El cobre es esencial para la infraestructura moderna, pero su extracción tradicional genera deforestación, contaminación del agua y altas emisiones de carbono. Con la creciente demanda impulsada por las energías renovables y los autos eléctricos, surge un reto urgente: hacer la minería más sostenible.
Soluciones innovadoras para la extracción de cobre
En Londres, el Centro Rio Tinto para Materiales del Futuro del Imperial College London busca transformar la industria con métodos innovadores. Uno de ellos es la extracción de cobre a partir de salmueras geotérmicas en sistemas volcánicos, una técnica que reduce la necesidad de grandes excavaciones y permite utilizar energía geotérmica para alimentar el proceso
Otra alternativa prometedora proviene de la startup RemePhy, fundada por investigadores del Imperial College. Su método utiliza plantas y bacterias genéticamente modificadas para extraer cobre de suelos contaminados. Además de recuperar el metal, esta técnica contribuye a la restauración de ecosistemas degradados por la minería.
El alto costo ambiental de la minería del cobre
La minería del cobre es muy importante para la tecnología moderna, pero su proceso de extracción tiene serias consecuencias ambientales. Los métodos convencionales requieren grandes excavaciones y el uso de químicos como el ácido sulfúrico, que contaminan ríos, el aire y, envenenan el suelo.
Chile, el principal productor de cobre del mundo, enfrenta una crisis hídrica agravada por la industria minera. El consumo masivo de agua y la deforestación han generado una creciente presión para encontrar soluciones más sostenibles.
Los expertos advierten que, en la próxima década, el mundo necesitará más cobre que el extraído en todo el siglo pasado. La clave estará en equilibrar la demanda con nuevas tecnologías que reduzcan su impacto ambiental.