La crisis financiera de Petroperú sigue profundizándose, generando un fuerte debate sobre el futuro de la empresa estatal. Expertos y congresistas coinciden en que la gestión política y la falta de autonomía han llevado a la petrolera al borde del colapso. Ante este panorama, se plantea la necesidad de una profunda reestructuración, incluyendo la posibilidad de una gestión privada para garantizar su sostenibilidad.
La grave situación de Petroperú ha generado una creciente preocupación entre analistas y autoridades. Los continuos cambios en el directorio y la falta de una estrategia empresarial clara han generado pérdidas millonarias, que se traducen en una carga económica para todos los peruanos.
Oliver Stark, el último presidente del Directorio de Petroperú, señaló que la gobernanza de la empresa es uno de sus principales problemas, un tema que ha ganado visibilidad en los últimos cuatro años. Sin embargo, destacó que la compañía también ha tenido períodos de gestión positiva en el pasado. Stark indicó que la solución a la crisis no pasa por la privatización, sino por una gestión privada que permita mayor eficiencia sin perder el control estatal de la empresa.
Por otro lado, el congresista Alejandro Cavero Alva, tercer vicepresidente del Parlamento y miembro del partido Avanza País, criticó el manejo de la empresa. Según Cavero, los continuos cambios en el Directorio de Petroperú reflejan un manejo político que ha perjudicado a todos los peruanos. El congresista subrayó la necesidad de otorgar autonomía técnica y gerencial a la empresa, reducir costos innecesarios y evitar continuar con las pérdidas que afectan a los contribuyentes. Carlos Paredes Lanatta, expresidente de Petroperú, señaló que la inversión en la refinería de Talara ha sido un factor determinante en la crisis financiera de la empresa. La ubicación de la refinería, alejada de los principales centros de consumo, ha generado ineficiencias y mayores costos operativos.
Para Paredes, la solución a la crisis pasa por cambiar la forma de gobernanza de la empresa, evitando la injerencia estatal y permitiendo la introducción de capital privado que impulse una gestión más eficiente. Mientras el debate sobre el futuro de Petroperú continúa, los actores involucrados coinciden en que es necesario tomar medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad de la empresa y aliviar la carga financiera que actualmente soportan los contribuyentes.