El reciente incremento en la producción de cobre, zinc, plomo, estaño y plata fortalece el rol estratégico del sector minero en la economía nacional y en el desarrollo regional.
En mayo del 2025, la producción de metales clave como el zinc, el plomo, el estaño y la plata mostró incrementos significativos, mientras que el cobre, principal producto de exportación del país, continuó su expansión. Estos resultados se reflejan en mayores ingresos para el Perú y más oportunidades para el desarrollo de las regiones mineras.
Así lo revela el Boletín Estadístico Minero (BEM) del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), elaborado por la Dirección General de Promoción y Sostenibilidad Minera (DGPSM), con el fin de cuantificar la riqueza metálica del país y el verdadero potencial de la industria minera.
“Durante los cinco primeros meses del año, la producción de metales clave como zinc y plata ha registrado crecimientos de dos dígitos. El dinamismo del sector minero sigue consolidándose como uno de los motores más sólidos del crecimiento económico del país”, señala el boletín.
Entre enero y mayo del 2025, la producción de cobre creció un 2.8% respecto al mismo periodo del año anterior. Moquegua lidera la producción con un 17.9% del total nacional, seguido de Apurímac (15.6%) y Arequipa (15.0%).
El zinc también mostró un avance importante, con un incremento acumulado de 10.7% frente al mismo lapso del 2024. Áncash encabeza la producción con el 39.3%, seguido de Junín y Lima.
La producción de plata se elevó en 10.2% hasta mayo del 2025 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Lima ocupa el primer lugar, seguida de Áncash y Pasco.
En cuanto al estaño, se registró un aumento de 5.4% en mayo respecto a abril del 2025, y un crecimiento interanual de 4.5%. Puno se mantiene como la única región productora de este metal en el país.
Respecto al plomo, la producción acumulada hasta mayo creció un 7.4% frente al 2024. Pasco lidera en este rubro, seguido de Lima y Junín.
El MINEM reafirmó su compromiso de seguir impulsando una minería moderna, responsable y en armonía con las regiones, destacando que medir su impacto permite reconocer el potencial regional, el esfuerzo de los trabajadores y la apuesta por un Perú más descentralizado e inclusivo.