Las empresas del sector minero lideraron el repunte económico en el país, consolidando su posición como motor clave de desarrollo y estabilidad financiera.
En los primeros tres meses de 2025, la minería volvió a posicionarse como el sector más influyente en el crecimiento empresarial del Perú. Así lo evidencian los resultados presentados por las compañías más representativas del país, muchas de ellas vinculadas directa o indirectamente a la actividad extractiva.
Según datos reportados por la Bolsa de Valores de Lima, empresas del sector minero destacaron con crecimientos sostenidos en sus ingresos operativos y utilidades netas, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta mejora se debe, en parte, a la estabilidad de los precios internacionales de los metales, especialmente el cobre y el oro, así como al aumento en la producción y exportación de estos recursos.
Además del buen desempeño financiero, la minería continúa siendo un eje clave para otras variables macroeconómicas. Su impacto se extiende al empleo formal, la generación de divisas y el fortalecimiento de la recaudación fiscal en regiones con fuerte presencia minera. En ese sentido, diversas autoridades del sector resaltaron que este crecimiento es un reflejo del rol estructural que cumple la industria en el modelo económico peruano.
Analistas económicos también coinciden en que la minería está desempeñando un papel estabilizador frente a un contexto global aún marcado por la incertidumbre. La recuperación de la inversión privada en proyectos extractivos y la continuidad de operaciones en minas estratégicas son señales de confianza en el entorno regulatorio y operativo del país.
La tendencia para los próximos trimestres sigue siendo positiva, aunque condicionada por factores como los conflictos sociales en zonas de influencia minera, las demoras en licencias y los desafíos ambientales. No obstante, el balance general del primer trimestre de 2025 confirma que el sector continúa siendo un pilar central del dinamismo económico del Perú.