A pesar de ser uno de los principales países productores de minerales en el mundo, Perú no ha logrado en los últimos años concretar descubrimientos mineros de gran envergadura como sí ha sucedido en países vecinos. El caso del distrito de Pataz, en La Libertad, donde opera Minera Poderosa, es uno de los pocos ejemplos de zonas que han evolucionado con nuevos hallazgos de oro. Sin embargo, estos avances no se replican a escala nacional debido a múltiples factores estructurales que restringen la actividad exploratoria.
De acuerdo con expertos del sector, entre las principales barreras se encuentran los largos procesos burocráticos para obtener permisos de exploración, así como la creciente conflictividad social en las regiones mineras. Estas condiciones han hecho que muchas compañías opten por invertir en otros países, como Argentina, donde el litio y el cobre han despertado una fiebre de exploración gracias a normativas más ágiles y entornos más estables para la inversión minera.
En ese sentido, especialistas advierten que el Perú corre el riesgo de quedar rezagado en un momento en el que los minerales críticos para la transición energética —como el cobre, el litio y el níquel— están siendo altamente demandados. Si no se toman medidas para incentivar la exploración moderna y sostenible, el país podría comprometer su liderazgo regional en el sector minero, afectando el desarrollo económico a largo plazo.