La minera peruana Alpayana S.A.C. concretó la adquisición del 70.74% de participación en Sierra Metals Inc., alcanzando así el umbral mínimo legal exigido. Ahora, se inicia la última etapa del proceso: una oferta extendida para los accionistas minoritarios restantes.
La compañía minera Alpayana S.A.C., con operaciones en Perú, ha oficializado la adquisición de una participación del 70.74% en Sierra Metals Inc., compañía canadiense con activos mineros relevantes en América Latina. Con este movimiento, Alpayana ha superado el porcentaje mínimo requerido por ley para avanzar con su oferta pública de adquisición.
Según informó la empresa en un comunicado, el proceso de compra de acciones se llevó a cabo conforme a los términos establecidos en la oferta lanzada previamente. La aceptación de la oferta por parte de los accionistas que representan más del 70% del total de acciones de Sierra Metals demuestra, según Alpayana, una confianza sólida en su propuesta de valor y en su estrategia de integración.
Con esta participación mayoritaria ya consolidada, Alpayana ha abierto el último tramo del proceso: una oferta prorrogada para captar las acciones que aún están en manos de los accionistas minoritarios. La fecha límite establecida para esta etapa será el 23 de mayo de 2025.
“Esta transacción representa un paso significativo en nuestra estrategia de crecimiento, al permitirnos fortalecer nuestro portafolio de activos mineros y aumentar nuestras capacidades operativas”, señaló Alpayana en su comunicado.
El cierre exitoso de esta etapa final permitiría a Alpayana acceder a un control aún más amplio sobre los activos y operaciones de Sierra Metals, que cuenta con minas clave como Yauricocha en Perú y Bolívar en México, ambas dedicadas a la producción de cobre, zinc, plomo y otros metales.
Cabe resaltar que la adquisición se produce en un contexto de reorganización interna y renovación de estrategias en el sector minero regional, donde las fusiones y adquisiciones están jugando un rol importante frente a los desafíos operativos y regulatorios.
Esta operación también podría representar un impulso para las economías locales donde ambas empresas operan, abriendo nuevas posibilidades de inversión, empleo y desarrollo sostenible, dependiendo de cómo se integren ambas estructuras corporativas.