La mina polimetálica, ubicada en Lima, incrementó su producción en 37% respecto al año anterior, con un crecimiento destacado en cobre y oro gracias a mejoras operativas.
La minera canadiense Sierra Metals reportó un importante repunte en la producción de su mina polimetálica Yauricocha, ubicada en Lima, durante el primer trimestre de 2025, impulsado principalmente por un notable incremento en los niveles de cobre extraído.
Ernesto Balarezo, CEO de la compañía, destacó que estos resultados son el fruto de una estrategia operativa más eficiente aplicada tanto en Yauricocha como en su mina Bolívar, en México.
Durante los tres primeros meses del año, Yauricocha produjo un total de 329,363 toneladas, lo que representa un crecimiento del 37% en comparación con el mismo periodo de 2024. Este avance obedece al sostenido desarrollo de operaciones en zonas profundas, específicamente por debajo del «nivel 1120».
La extracción en la zona de Esperanza, rica en cobre, permitió obtener leyes más altas de cobre, plata y oro respecto al año anterior. En contraste, las leyes de zinc y plomo registraron una leve baja. Como consecuencia, la producción metálica mostró una fuerte alza: el volumen de cobre más que se duplicó y la producción de oro casi se triplicó en términos interanuales.
Proyecciones y exploración para 2025
Sierra Metals anticipa que, durante 2025, el ritmo de procesamiento en Yauricocha se mantendrá en torno a las 4,000 toneladas por día (tpd). La mayor parte del mineral provendrá de zonas profundas, aunque se sumará material de alto valor desde una reciente zona descubierta en la parte superior de la mina.
La compañía también espera que las inversiones realizadas el año anterior, junto con las programadas para este año, contribuyan a una mayor eficiencia operativa. Esto permitirá sostener la producción a partir de mejores leyes minerales y mayores tasas de rendimiento.
Además, la mina cuenta con permisos que le autorizan operar hasta un 10% por encima de su capacidad nominal de 3,600 tpd.
En paralelo, Sierra Metals señaló que existen amplias posibilidades de exploración en zonas aún más profundas bajo el «nivel 1120», donde el cuerpo mineral permanece abierto en varias direcciones. El acceso subterráneo en esa área permitirá avanzar rápidamente con las campañas de perforación, acelerar la conversión de recursos en reservas y optimizar la planificación minera a futuro.
