Con una tradición minera arraigada, Perú se proyecta como un referente global en la producción de plata, gracias a una serie de proyectos ambiciosos que impulsarán significativamente sus reservas y capacidad productiva.
Perú ya ostenta el segundo lugar a nivel mundial en reservas y producción de plata, solo superado por Polonia. Este liderazgo, forjado a través de la actividad de importantes minas como Cerro de Pasco, Uchucchacua y Antamina que concentran más de la mitad de las reservas nacionales del metal precioso, se verá aún más fortalecido con la materialización de nuevos proyectos. En este contexto, el proyecto Corani emerge como un pilar fundamental para apuntalar la producción de plata en el país.
Proyecto Corani: Un pilar para la producción de plata
Ubicado en la región de Puno y operado por Bear Creek Mining, el proyecto Corani se erige como uno de los desarrollos de plata más importantes a nivel mundial. Con una inversión estimada de US$545 millones, se prevé que Corani produzca alrededor de 16.3 millones de onzas de plata anuales durante sus primeros tres años de operación, lo que lo consolidaría como un actor clave en el mercado global. Sin embargo, el proyecto ha enfrentado desafíos en términos de permisos ambientales y relaciones comunitarias, que se espera sean resueltos para impulsar su desarrollo.
Expansión y nuevas iniciativas
Además de Corani, otros proyectos contribuyen al crecimiento del sector argentífero peruano. La Ampliación Huachocolpa, en Huancavelica, busca incrementar la capacidad de procesamiento de la planta concentradora a 2,500 TPD, con una inversión de US$167 millones. Por su parte, Yumpag, operado por Compañía de Minas Buenaventura en Pasco, inició operaciones en mayo de 2024 y proyecta una producción de entre 7.2 y 7.5 millones de onzas de plata en 2025, gracias a una inversión de US$114 millones. Finalmente, el proyecto San Luis en Áncash, propiedad de Highlander Silver Corp., cuenta con recursos estimados de 9,003,300 onzas de plata y se enfoca en la exploración de mineralización de alta ley.
Estos proyectos no solo impulsan la producción de plata, sino que también generan un impacto positivo en la economía y el desarrollo de las regiones donde se ubican. La inversión en infraestructura, la creación de empleos y la dinamización de las cadenas de suministro locales contribuyen al crecimiento sostenible de las comunidades aledañas a las operaciones mineras.