La minera canadiense lanzará su primera campaña de perforación diamantina en el proyecto Pucarini, en Puno, apuntando a zonas con fuertes indicios geoquímicos y geofísicos de mineralización aurífera.
Forte Minerals anunció que iniciará una campaña de perforación diamantina de 1,500 metros en su proyecto aurífero Pucarini, ubicado en la región de Puno, hacia finales del segundo trimestre de 2025. Se trata del primer programa de perforación en esta propiedad, enfocado en investigar zonas consideradas de alta prioridad, según los estudios previos de geología y geofísica realizados por la empresa.
El proyecto ya cuenta con los permisos correspondientes, incluyendo la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), aprobada en septiembre de 2023. Además, la iniciativa cuenta con respaldo comunitario gracias a un acuerdo vigente firmado el 1 de marzo de 2025, con una duración inicial de un año, que refleja el fortalecimiento del vínculo entre la empresa y las comunidades locales.
Patrick Elliott, CEO de Forte Minerals, destacó que el equipo se encuentra en la etapa final de preparación para este programa inaugural. Afirmó que las evidencias geoquímicas en superficie, sumadas a una importante alteración hidrotermal y señales geofísicas consistentes, posicionan al proyecto como una oportunidad destacada para un posible hallazgo de oro.
Potencial geológico del proyecto Pucarini
El proyecto Pucarini abarca una concesión de 1,000 hectáreas y muestra varias zonas con alteración argílica avanzada que contienen valores auríferos. Estas zonas están distribuidas dentro de una huella de alteración de aproximadamente 3.6 kilómetros de largo por 1.8 kilómetros de ancho.
Estudios geoquímicos de superficie han detectado concentraciones anómalas de oro que coinciden con áreas destacadas de resistividad, cargabilidad y magnetismo, lo que ha permitido delinear objetivos aún no intervenidos con perforaciones.
Uno de los blancos más importantes se extiende por 1.2 kilómetros de largo y 700 metros de ancho dentro de una zona de alteración intensa. Allí se solapan anomalías de oro, molibdeno y cobre en superficie, junto con una potente señal de cargabilidad identificada mediante una inversión tridimensional de datos geofísicos IP (polarización inducida).
Esta anomalía abarca un volumen aproximado de 1.5 km de longitud, 600 metros de ancho y 400 metros de profundidad, alcanzando los límites del modelo geofísico y permaneciendo abierta en profundidad.
Asimismo, esa misma zona coincide con una fuerte anomalía magnética, registrada a partir de la inversión 3D de datos de intensidad magnética total, lo que sugiere la posible existencia de un sistema porfírico profundo aún sin explorar.
Este programa marcará un hito para la compañía, ya que representa el primer intento de verificar en profundidad el potencial aurífero del proyecto Pucarini.
