La reciente venta de Latin Resources por cerca de USD 600 millones al PLS Group no solo marcó uno de los movimientos más relevantes del sector del litio en 2025, sino que también consolidó la reputación de Mitch Thomas, hoy director ejecutivo de Solis Minerals, como un ejecutivo capaz de crear valor a partir de una exploración disciplinada y bien focalizada.
La operación, concretada tras aproximadamente seis meses de negociaciones, tuvo como eje el proyecto Salinas, ubicado en el Valle del Litio de Brasil. Este activo se convirtió en el segundo proyecto de litio de roca dura de nivel 1 totalmente controlado por PLS Group, elevando sus recursos en un 20% y proyectando un incremento de hasta 30% en su producción futura una vez que alcance su capacidad planificada.
Aunque Solis Minerals concentra sus esfuerzos en proyectos en el cobre en Perú en lugar del litio en Brasil, Thomas considera que las lecciones aprendidas durante su etapa en América Latina son plenamente transferibles. “Basta con perforar uno o dos pozos para confirmar un descubrimiento”, afirmó Thomas.
Además, menciono que “todo el equipo de Solis ha generado valor para los accionistas en el pasado y buscamos replicar lo mismo con Solis Minerals”. Con esta declaración, Thomas deja claro que la compañía apunta a reproducir un modelo probado de creación de valor, apoyado en activos bien seleccionados y ejecución técnica rigurosa.
Uno de los elementos que distingue a Solis Minerals dentro del segmento junior del ASX es su intensidad exploratoria. Con una capitalización de mercado cercana a los USD 6,6 millones, la empresa planea perforar hasta cinco proyectos en los próximos 12 meses, una agenda poco común para compañías de su tamaño.
El proyecto Ilo Este, en el sur de Perú, ya se encuentra en etapa de perforación. Se trata de un sistema de pórfido a escala distrital previamente evaluado por Rio Tinto y Latin Resources, donde se ha identificado mineralización superficial de cobre y oro. Actualmente, Solis enfoca sus esfuerzos en anomalías magnéticas al norte y sur del área, interpretadas como posibles núcleos de un sistema mayor.
A corta distancia, el proyecto Cinto representa un segundo frente de crecimiento. Ubicado a solo 13 kilómetros de Toquepala, una de las mayores minas de cobre del país, los muestreos de canal han arrojado intersecciones relevantes, como 23,4 metros con 0,88% de cobre, reforzando el potencial de escala del activo.
El tercer pilar de la cartera es Cucho, un proyecto con casi 2.000 metros de perforaciones históricas, donde todos los pozos interceptaron cobre. Sin embargo, los objetivos geofísicos más relevantes no llegaron a ser evaluados debido a restricciones de permisos en el pasado.
Tras consolidar completamente la propiedad entre 2022 y 2023, Solis controla ahora una huella no probada de aproximadamente 3 km por 1,8 km, posicionando a Cucho como un candidato serio a nuevo descubrimiento. La compañía prepara una campaña de perforación diamantina para 2026, enfocada en una anomalía conocida como el Cuerpo Cargable Oriental.
El alza del cobre impulsa nuevos proyectos
El avance de Solis ocurre en un contexto de fuerte alza del precio del cobre, que registra un incremento interanual superior al 27%, alcanzando los US$5,4 por libra. Esta tendencia responde a crecientes restricciones de oferta, incluyendo recortes de producción y paralizaciones en operaciones clave como Collahuasi, Quebrada Blanca, Grasberg y Kamoa-Kakula.
De acuerdo con BloombergNEF, el mercado podría entrar en un déficit estructural de cobre a partir de 2026, impulsado por la demanda asociada a inteligencia artificial, electrificación y centros de datos. A esto se suma la creciente dificultad para descubrir nuevos depósitos de alta ley y los largos plazos, en promedio de 15 años, entre descubrimiento y producción.
Exploración en distritos de clase mundial
La empresa ha optado por posicionarse deliberadamente en distritos consolidados, donde operan grandes mineras internacionales, una estrategia que reduce riesgos técnicos y aumenta el atractivo para potenciales asociaciones.“Nos estamos posicionando deliberadamente en distritos donde las principales ya operan”, señaló Thomas.
El ejecutivo destacó que proyectos como Cinto y Cucho se benefician de su cercanía a minas en operación, infraestructura logística y puertos, factores clave para acelerar cualquier desarrollo futuro. “Estamos creando los conjuntos de datos técnicos que buscan las principales empresas (IP, magnetismo, perforación sistemática, ensayos de control de calidad) y estamos abiertos a asociaciones que aceleren el descubrimiento”, finalizó.
