La petrolera estatal Petroperú expresó su disposición de continuar operando el Lote Z-69, ubicado frente a las costas de Piura, más allá del contrato temporal que vence el 15 de noviembre próximo. Esta decisión llega tras la reciente declaratoria desierta del concurso convocado por Perupetro en agosto para adjudicar la explotación de dicho yacimiento.
La licitación no recibió propuestas técnicas ni económicas de los postores esperados. Según fuentes del Ejecutivo, el corto plazo del proceso, solo 28 días entre la convocatoria y la adjudicación, habría dificultado la preparación de ofertas. Además, se atribuyó la demora a presuntos retrasos de Petroperú en la entrega de información sobre las plataformas de su propiedad.
El Lote Z-69 cuenta con 70 plataformas marinas para la extracción de crudo, de las cuales el 80% son propiedad de Petroperú. Esto le garantizaba una participación del 25% en sociedad con la empresa que ganara la subasta, que finalmente no prosperó.
Actualmente, Petroperú opera el área bajo un contrato temporal de dos años otorgado por Perupetro en noviembre de 2023. Sobre la fallida licitación, la compañía estatal señaló que “la convocatoria fue pública y sus condiciones eran conocidas por todos los participantes”. También remarcó que la declaratoria de desierto corresponde exclusivamente a Perupetro, que es la entidad encargada de explicar ese resultado.
La empresa además reveló su intención de continuar con la operación del lote más allá de la vigencia del contrato actual: “siempre que las condiciones establecidas lo hagan posible”. Petroperú precisó que ya comunicó este planteamiento a Perupetro y que los detalles se darán a conocer únicamente si se concreta un acuerdo o una nueva convocatoria.
Opiniones de expertos
El expresidente de Perupetro, Aurelio Ochoa, indicó que, tras el fracaso del concurso, la alternativa es convocar a un proceso de negociación directa con la petrolera estatal, opción prevista en la Ley General de Hidrocarburos. Sin embargo, aclaró que no sería una prórroga del contrato temporal vigente, sino la firma de un nuevo contrato de licencia a 30 o 40 años.
De lograrse un acuerdo de largo plazo, señaló, Petroperú podría negociar la incorporación de un socio estratégico que aporte capital y asuma inversiones. Ochoa advirtió que, de continuar sola, la empresa difícilmente aumentará la producción del lote: “(La empresa) no tiene dinero, no tiene capital, con su poca producción es difícil que pueda restaurar todo ello”.
Actualmente, la producción del lote promedia 3,429 barriles diarios, muy por debajo de los 12 mil barriles que alcanzaba hace más de una década cuando estaba en manos privadas. El especialista recordó que la petrolera no ha podido rehabilitar plataformas marinas que ya cumplieron su ciclo.
Por su parte, el consultor en hidrocarburos César Gutiérrez planteó que Perupetro podría extender el contrato temporal de Petroperú por seis o siete meses para dar tiempo a una nueva licitación. Rechazó la posibilidad de una negociación directa, al considerar que puede generar suspicacias.
Gutiérrez además señaló que la compañía mantiene la producción actual con poco o nulo mantenimiento a sus instalaciones en el área. Advirtió que incrementar la producción requiere inversión en exploración, compromiso que Petroperú no podría asumir en este momento: perforar un pozo offshore en la zona puede costar hasta US$ 60 millones.