Durante el 2024, el Senace aprobó decenas de proyectos mineros, posicionando al sector como el más dinámico en cuanto a nuevas inversiones sostenibles en el país.
El sector minero ha sido, una vez más, protagonista en el panorama económico nacional. A lo largo del 2024, el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) dio luz verde a 67 iniciativas relacionadas con la minería, las cuales en conjunto representan una inversión estimada en más de 11,000 millones de dólares. Esta cifra lo convierte en el rubro con mayor participación en cuanto a evaluaciones y aprobaciones de carácter ambiental, muy por encima de sectores como energía, transporte o agricultura.
Entre las certificaciones más relevantes destacan modificaciones a proyectos de gran escala, como la cuarta MEIA detallada de la mina Las Bambas, ubicada en Apurímac, con una inversión de US$6,646 millones, y la MEIA-d del complejo Antamina, que alcanza los US$2,000 millones. A estos se suman la tercera modificación de Tantahuatay, en Cajamarca, por un valor de US$689 millones, y la correspondiente a la unidad minera Raura, que se extiende entre Lima y Huánuco, con una inversión proyectada de US$215 millones.
El dinamismo no solo se concentró en operaciones en marcha, sino también en actividades de exploración. En total, 50 proyectos exploratorios recibieron certificación ambiental, con un presupuesto conjunto que bordea los US$209 millones, distribuidos en 18 regiones. Esto da cuenta de un sector que no solo busca ampliar su producción, sino también asegurar su crecimiento a largo plazo a través de nuevos hallazgos y desarrollos.