El sector minero canadiense ha mostrado un notable dinamismo económico, consolidándose como una pieza clave en el desarrollo del país y en la transición hacia energías más limpias.
La industria minera en Canadá atraviesa un momento de auge, convirtiéndose en una de las principales fuentes de ingresos y empleo. En el último año, el rubro aportó 161 mil millones de dólares canadienses al Producto Interno Bruto (PIB) y representó el 21% de las exportaciones del país. Además, genera casi 700 mil empleos, destacándose por ser el principal empleador privado en comunidades indígenas.
Este crecimiento responde a la alta demanda internacional de minerales estratégicos para tecnologías limpias. Canadá figura entre los líderes mundiales en la producción de potasa, uranio, niobio, paladio y diamantes. Solo en 2022, el valor de la producción mineral ascendió a 74.6 mil millones de dólares canadienses, cifra que superó ampliamente la del año anterior.
El gobierno canadiense viene implementando planes orientados a mantener este crecimiento de forma sostenible. A través de estrategias nacionales para minerales críticos y de incentivos a la innovación tecnológica, se busca garantizar una minería alineada con los objetivos climáticos y económicos del país. Con este panorama, Canadá no solo refuerza su peso en el mercado minero global, sino que también avanza hacia un modelo más eficiente, sostenible y con alto valor estratégico.
