La Refinería de Talara, uno de los proyectos de infraestructura energética más importantes del Perú, continúa enfrentando desafíos que han retrasado su plena operatividad. A pesar de ser inaugurada en diciembre de 2023, la planta aún no ha alcanzado su capacidad de producción máxima, según reconoció el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén.
Inicialmente, se esperaba que la refinería alcanzara el 100% de su capacidad en agosto de 2024, pero tras las reparaciones, su pleno rendimiento no se logrará hasta 2025. Adrianzén afirmó que, tras el «afinamiento» necesario, la refinería generará utilidades cercanas a US$800 millones anuales.
Ante esta situación, el Gobierno ha decidido implementar una serie de reformas en Petroperú, la empresa estatal a cargo de la refinería. Se ha contratado un Project Management Office (PMO) con la misión de reorganizar la gestión administrativa y gerencial de la empresa, mejorar su eficiencia operativa y evitar la repetición de errores del pasado.
El Gobierno estima que, una vez superados los problemas iniciales y tras un proceso de afinamiento de dos años, la Refinería de Talara comenzará a generar utilidades significativas, estimadas en alrededor de US$800 millones anuales. Sin embargo, el camino hacia la plena operatividad de la planta aún presenta varios desafíos que deberán ser superados en los próximos meses.
Sobre el futuro del directorio de Petroperú, aún se está evaluando si continuará con el equipo actual o si se realizarán cambios. Además, Adrianzén descartó la posibilidad de incorporar al exministro de Energía y Minas, Óscar Vera, al directorio o a la gerencia de la empresa. Con este plan de reformas y ajustes, se espera mejorar la operatividad y situación financiera de Petroperú en los próximos años.