En el corazón de la selva amazónica peruana, las comunidades nativas del Bajo Urubamba han emprendido una notable empresa: convertirse en custodios del medio ambiente. Su labor se centra en la recolección de pilas usadas, una iniciativa que no solo protege sus recursos hídricos, sino que también promueve prácticas sostenibles en armonía con la naturaleza.
Encabezando esta admirable tarea se encuentra Geranio Moka, representante del Programa de Monitoreo del Bajo Urubamba (PMAC BU), quien detalla el meticuloso proceso de transporte de las pilas desde la remota comunidad de Camisea hasta su destino final en un relleno seguro en Chilca, atravesando diversos puntos estratégicos como Sepahua, Atalaya, Satipo y Lima.
La campaña «Ponte las Pilas por tu Comunidad», impulsada por el PMAC BU, no solo busca recolectar pilas usadas, sino también educar y sensibilizar a las comunidades machiguenga sobre la importancia vital de la gestión adecuada de los residuos y su impacto positivo en la preservación del entorno natural.
Desde su inicio en 2016, esta iniciativa ha logrado recopilar una impresionante cifra de 8 toneladas de pilas, evidenciando el compromiso y la determinación de estas comunidades por salvaguardar su entorno. Este esfuerzo no ha pasado desapercibido, pues en el último traslado de las pilas hacia Lima, los monitores ambientales fueron recibidos por el Ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, quien elogió la labor realizada.
La propuesta del ministro de integrar al Ministerio del Ambiente en este loable esfuerzo resuena como un paso adelante en la protección del medio ambiente. Además, el PMAC BU, siendo la primera iniciativa comunitaria de monitoreo ambiental en el sector de hidrocarburos en Perú, ha demostrado ser un modelo a seguir en la gestión ambiental participativa.
Esta iniciativa de recolección de pilas del Bajo Urubamba va más allá de una simple tarea logística. Representa un compromiso profundo con la preservación de los recursos naturales y la promoción de un desarrollo sostenible en la selva amazónica peruana, con las comunidades nativas asumiendo un papel fundamental como guardianes de su entorno.