El Congreso de la República está próximo a debatir el Proyecto de Ley N.° 4565, que busca modificar la legislación vigente para promover la competencia en el mercado eléctrico e impulsar la incorporación de energías renovables. Sin embargo, el proyecto ha generado opiniones divididas entre sus defensores y detractores, con impactos potenciales en las tarifas eléctricas, la seguridad energética y la economía del país.
La Asociación Peruana de Energías Renovables (SPR) sostiene que la aprobación de este proyecto traerá consigo múltiples beneficios, como una reducción del 16% en las tarifas eléctricas para millones de peruanos y una mayor seguridad energética al disminuir la dependencia de combustibles fósiles. Brendan Oviedo, presidente de la SPR, destaca que «es un win-win, una situación en la que todos ganan».
Oviedo explicó que la incorporación de energías renovables fortalecería la seguridad energética, al diversificar las fuentes de generación y reducir la dependencia del diésel importado en períodos de sequía. Además, destacó que el proyecto promovería la inversión, generaría empleo y mejoraría la competitividad del sector eléctrico.
“La competencia entre recursos permitirá precios más eficientes y trasladará beneficios directos a los usuarios. Todos ganamos con esta propuesta”, subrayó.
El Perú se encuentra ante una encrucijada. Por un lado, existe la necesidad de diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de combustibles fósiles. Por otro lado, es fundamental garantizar la estabilidad del sistema eléctrico y evitar que los consumidores se vean afectados por aumentos en las tarifas.
Un estudio de la consultora Gerens estima que ajustar el sistema eléctrico para incorporar energías renovables requeriría una inversión de US$ 1,000 millones en los próximos ocho años. Además, Vásquez señaló que en períodos de baja generación renovable, sería necesario quemar diésel, un recurso más costoso, lo que encarecería aún más las tarifas eléctricas.
“Los supuestos beneficios de las energías renovables no se cumplen en el contexto peruano. La matriz energética ya es limpia y los costos de adaptación serían muy altos para los consumidores”, afirmó Vásquez.
Mientras los defensores del proyecto resaltan la importancia de diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de recursos externos, los críticos alertan sobre los costos asociados y posibles impactos negativos en la economía de los hogares y las empresas.
El Congreso deberá evaluar cuidadosamente los beneficios y riesgos de este proyecto, buscando un balance entre el impulso a las energías renovables y la protección de los usuarios ante posibles aumentos en las tarifas. El debate sigue abierto y promete marcar un punto crucial en la transición energética del Perú.