Las fundiciones de cobre chinas enfrentan fuertes presiones para frenar su expansión debido a la creciente competencia y escasez de materias primas, lo que amenaza la rentabilidad de la industria. China, el principal consumidor de cobre a nivel mundial, está en camino de producir aproximadamente la mitad del metal refinado del mundo este año, después de un frenesí de construcción de fundiciones para asegurar suministros cruciales para la transición energética.
La expansión vertiginosa de la capacidad de refinación en China ha continuado a pesar de la competencia feroz por las escasas materias primas, lo que está aplastando los márgenes en todas partes. Esto podría poner en riesgo la viabilidad de plantas en todo el mundo, especialmente en Chile, Europa e India.
Las tarifas de tratamiento y refinación pagadas a las fundiciones para convertir el mineral en metal podrían caer a $40 la tonelada en 2025, desde $80 en 2024, según estimaciones de la industria. Esto podría provocar pérdidas generalizadas y afectar la rentabilidad de la industria.
La situación llegará a un punto crítico en la mayor reunión de la industria del cobre de Asia en Shanghai, donde las fundiciones enfrentarán negociaciones difíciles sobre los contratos de suministro de mineral que determinan sus márgenes. Frente a esto, los mineros tienen la ventaja en las negociaciones anuales debido a la escasez de mineral y la creciente demanda de cobre para la transición energética.
