A 20 años del inicio de operaciones de Camisea, las empresas involucradas en el proyecto han encendido las alertas sobre la necesidad de tomar medidas urgentes para asegurar el futuro energético del Perú.
Durante el evento por los 20 años del proyecto Camisea, Germán Álvarez, gerente general de Pluspetrol, señaló que la demanda de gas en Perú es menor que la producción y que el 20% del gas producido se reinyecta, mientras que el consumo de diésel sigue siendo alto. Pidió que se fomente la industrialización del gas para agregar valor y reducir el uso de combustibles más contaminantes.
Los ejecutivos advirtieron sobre los riesgos de seguir los pasos de Bolivia, donde la disminución de la producción de gas ha generado una crisis energética. En contraste, el Perú cuenta con importantes reservas de gas natural, pero se requiere de una mayor inversión y de políticas públicas más claras para aprovechar este potencial.
Por su parte, Tomás Delgado, gerente general de TGP, mencionó la necesidad de mejorar la infraestructura para el transporte del gas, ya que la masificación a largo plazo dependerá del uso de ductos. Agregó que el gas es clave en la transición energética y que la regulación debe enfocarse en la eficiencia. Martín Mejía, director general de Cálidda, resaltó la urgencia de aprobar una tarifa regulada, un proyecto pendiente en el Congreso desde hace más de tres años. Esta medida, dijo, facilitaría la masificación del gas natural y permitiría llevar el recurso a regiones del norte del país.
El futuro energético del Perú depende en gran medida de las decisiones que se tomen en los próximos años. Las empresas involucradas en el proyecto Camisea han hecho un llamado al Gobierno para que tome medidas concretas que permitan aprovechar al máximo el potencial del gas natural y asegurar un suministro energético sostenible para el país.