El cobre avanza hacia su mayor alza mensual en un año, con un incremento acumulado de 4.5 % en septiembre y precios cercanos a un máximo de 16 meses, pese al retroceso registrado el martes en la Bolsa de Metales de Londres (LME).
El repunte del metal rojo se debe principalmente a interrupciones de suministro. La más reciente fue la declaración de fuerza mayor de Freeport-McMoRan Inc. en su mina Grasberg, en Indonesia, una de las más grandes del mundo. “Cuanto más tiempo permanezca la mina fuera de servicio, más durará el rally”, señalaron analistas de Société Générale SA, quienes describieron al cobre como “en llamas”.
La paralización de Grasberg se originó tras la inundación de 800,000 toneladas de lodo en los túneles subterráneos, un hecho que causó la muerte de al menos dos trabajadores. Este accidente llevó a Freeport a recortar su proyección de producción para este año y el próximo.
En paralelo, la minera estadounidense acordó ceder gratuitamente una participación de 12 % en su unidad indonesia al gobierno local, como parte de un acuerdo para extender la licencia de operación de Grasberg hasta 2041, informó CNBC Indonesia.
Según los analistas, estas dificultades, sumadas al incremento constante de la demanda, podrían llevar al mercado a registrar en 2025 el mayor déficit anual de cobre desde 2004.
En el frente macroeconómico, China continúa mostrando señales de debilidad. El índice oficial de gerentes de compras (PMI) del sector manufacturero se ubicó en 49.8 en septiembre, lo que marca el sexto mes consecutivo de contracción y la racha más larga desde 2019. “Mirando más allá de la volatilidad de factores estacionales y temporales, vemos una economía que necesita mayor apoyo de políticas para evitar un retroceso más pronunciado”, señaló Bloomberg Economics.
El cobre, que ha tenido un año volátil por las interrupciones de suministro y las políticas comerciales de la administración Trump, también enfrenta expectativas de una mayor demanda a futuro. Entre los factores clave se encuentra la transición energética y la creciente necesidad de centros de datos para inteligencia artificial.
Al cierre del martes, el cobre cayó 0.6 % a US$ 10,347 por tonelada en la LME. Aun así, acumula un alza de 18 % en lo que va del 2025 y alcanzó en mayo un máximo ligeramente superior a los US$ 11,000. En tanto, otros metales como el aluminio, zinc y níquel registraron pocas variaciones.