El Ministerio de Energía y Minas (MINEM) anunció que el Perú dispone de más de 43 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural prospectivo, volumen que refleja la solidez del potencial energético nacional. Casi la mitad de este recurso se concentra en la cuenca Madre de Dios, ubicada en territorios de Madre de Dios y Puno, con 20.4 TCF. Según estimaciones oficiales, si este potencial es convertido en reservas, el país podría extender su autonomía energética por aproximadamente 30 años.
La viceministra de Hidrocarburos, Iris Cárdenas Pino, destacó que “la cuenca Madre de Dios tiene un alto potencial, en ella se concentra el 47.2% del total de nuestros recursos. Por ello, estamos coordinando con Perupetro, que ya ha definido zonas de interés y mantiene convenios de evaluación técnica en el Área XCIII”.
Durante la conferencia Promoción del Gas Natural, en la cuarta sesión del LQG Intelligence 2025, la viceministra precisó que Perupetro viene promocionando cuatro áreas con potencial hidrocarburífero en la región. Una de las más prometedoras es Candamo, que ya cuenta con estudios previos. Al respecto, Cárdenas explicó que “Candamo es una zona previamente intervenida. Con líneas sísmicas y pozos perforados. Allí existe una reserva probada cercana a los 3.5 TCF de gas natural”.
Además de Madre de Dios, el MINEM resaltó el potencial aún no explorado del yacimiento Camisea, que podría aportar hasta 5 TCF adicionales en zonas cercanas a los lotes 57 y 88. A ello se suma la posibilidad de poner en valor 3.5 TCF en el Lote 58, lo que refuerza la posición del Perú como actor relevante en el mercado energético regional.
Para dinamizar las inversiones, la cartera impulsa cambios normativos que permitirán agilizar la evaluación ambiental de proyectos de exploración en hidrocarburos, reduciendo su plazo máximo a cuatro meses. Asimismo, prepara la creación de un grupo de trabajo multisectorial inspirado en el modelo aplicado al histórico proyecto Camisea, que servirá para coordinar a todas las entidades vinculadas.
El desarrollo de la cuenca Madre de Dios abrirá también el camino para una nueva infraestructura de transporte de gas natural, con el fin de responder al crecimiento de la demanda nacional y consolidar polos de desarrollo en el sur del país.
