La carga de casi 20 mil toneladas marca el ingreso de la estatal peruana al mercado internacional de productos químicos de especialidad.
Petroperú concretó el primer despacho internacional de ácido sulfúrico de alta pureza producido en la Refinería Talara, consolidando un nuevo hito en la operación de esta moderna planta. La carga de aproximadamente 19,800 toneladas partió desde el Muelle de Carga Líquida N.° 1 hacia el buque tanque PHEASANT, con destino al puerto de Mejillones en Chile.
La operación representa un paso estratégico en la diversificación del portafolio de la empresa y en el fortalecimiento de su capacidad logística. Con ello, Petroperú amplía su presencia en el comercio internacional, sumando un producto de alto valor a sus exportaciones, junto a combustibles como Turbo A1 y gasolinas de alto octanaje ya enviadas a países como Ecuador y Estados Unidos.
El ácido sulfúrico se produce en la Unidad WSA (Wet gas Sulphuric Acid), una planta de última generación licenciada por Haldor Topsoe, que transforma los gases ácidos residuales de la refinería en un insumo de pureza comercial. Esta instalación tiene capacidad para procesar hasta 560 toneladas por día, evitando emisiones contaminantes y aportando a un modelo de economía circular.
La Refinería Talara, considerada una de las más complejas de Sudamérica, reafirma así su rol como plataforma para la producción de combustibles y químicos de especialidad con estándares de calidad internacional. Este avance consolida la competitividad de Petroperú y fortalece su proyección en mercados globales.
“Venimos cumpliendo objetivos prioritarios que nos planteamos para el presente año, que son la optimización de la Nueva Refinería Talara, el aumento del nivel de cuota de mercado y la internacionalización de nuestros productos. Somos optimistas para cada uno de nuestros lineamientos, en beneficio de la sostenibilidad operativa y financiera de la empresa”, señaló Alejandro Narváez Liceras, presidente del Directorio de Petroperú.
De esta manera, la compañía avanza en su estrategia de internacionalización, garantizando operaciones bajo estrictos estándares ambientales y sentando las bases para un crecimiento sostenido e integrado a las cadenas de valor energéticas y químicas de la región.