La minería peruana afronta un escenario de grandes oportunidades, pero también de importantes retos. Según el más reciente informe de Plusmining, la ejecución total de la cartera de proyectos mineros de este 2025 podría llevar al país a duplicar su producción de cobre y aumentar de forma considerable su peso en la economía nacional.
En total, son 67 proyectos, tanto nuevos (greenfield) como de expansión o modernización (brownfield), con una inversión que creció 17% este año. Esta expansión no solo beneficiaría al cobre y al oro, sino también al hierro, zinc, plata y fosfato.
Andrés González, jefe de análisis de la industria minera en Plusmining, destacó que la inversión en el sector viene mostrando una tendencia creciente: en 2023 se registraron US$ 53,100 millones; en 2024, US$ 54,600 millones; y en 2025, más de US$ 64,000 millones. Significa que hay una resiliencia de la inversión en minería peruana.
El estudio calcula que, si se ejecuta la cartera completa, la producción adicional alcanzaría 3.35 millones de toneladas equivalentes de cobre al año. “Ejecutar la cartera completa equivaldría prácticamente a duplicar el PBI minero del Perú, que hoy representa el 9% del PBI nacional. Esto podría llevarlo al 18% y, considerando que el cobre es el 70% del PBI minero, sería un impulso enorme para el país”, señaló González.
Incluso en un escenario más moderado, con la mitad de los proyectos en marcha, el PBI minero podría subir del 9% al 13% del total nacional. Sin embargo, no todos los proyectos avanzan al mismo ritmo y persisten obstáculos como oposición de comunidades, conflictos con la minería ilegal y retrasos en permisos regulatorios.
“Algunos proyectos cuentan con terrenos ocupados por materia legal o no tienen permisos clave para avanzar. Por ejemplo, está el caso del proyecto Conga de Newmont, que fue suspendido el 2011 y enfrenta conflictos ambientales. No está muy claro cuándo podría avanzar”, advirtió González.
Más de la mitad de los proyectos se encuentra en fases tempranas, prefactibilidad o conceptual, lo que incrementa la incertidumbre. Según González, “si bien esto habla del dinamismo del sector minero peruano, donde continuamente se desarrollan nuevas oportunidades, también sugiere un camino más riesgoso hacia la materialización de proyectos en comparación a países con un desarrollo minero más maduro como Chile, donde una mayor parte de la cartera está en etapas más tardía”.
El protagonismo del cobre
El cobre concentra el 71% de la inversión proyectada: US$ 45,700 millones en 36 proyectos. Si se ejecutan todos, la producción sumaría 2.75 millones de toneladas adicionales al año, casi igualando la producción total registrada en 2024. Esto permitiría que el país pase a 5.49 millones de toneladas anuales.
Aun así, el especialista advierte que “que retome el segundo puesto no está asegurado para nada. Depende en gran parte de cómo vaya avanzando en su cartera de proyectos actual y cómo pueda ir materializándola. Esto tiene que ver con la rapidez con la que las empresas puedan avanzar en sus permisos para ejecutar inversiones, pero también depende de la oposición que enfrentan de parte de comunidades e, incluso, de la presencia de minería ilegal”.
En el corto plazo, González prevé un crecimiento moderado de la producción hasta 2027. A partir de 2028, el incremento sería más notorio, partiendo desde 2.9 millones de toneladas. “De acá a los próximos 10 años, ya pensando al 2033, estamos proyectando que Perú esté cercano a los 3.4 millones toneladas de cobre”, refirió.
Este potencial se apoya en la demanda global por el cobre, impulsada por la transición energética y precios por encima de los US$ 4.00 la onza.
Otros metales en la mira
En el caso del oro, se identifican 10 proyectos con una inversión superior a US$ 8,000 millones, capaces de sumar 1.7 millones de onzas adicionales al año. También se proyectan incrementos para el mineral de hierro (7,098 millones de toneladas), zinc (811 kilotoneladas), plata (15,649 mil onzas), fosfato (1,900 kilotoneladas), molibdeno (18 kilotoneladas) y plomo (104 kilotoneladas).
“Si pensamos que la ejecución de la cartera completa de Perú al 2025 equivale a prácticamente duplicar la producción de cobre, eso solo aplica para ese metal. Para otros commodities va a ser un poco menos. El caso del oro era 50%, el caso del hierro y el zinc era un poco más de 50%”, precisó el analista.
Principales inversiones y nuevos proyectos
Entre las compañías con mayor inversión destacan Southern Copper (US$ 9,200 millones), Newmont (US$ 7,300 millones) y Buenaventura (US$ 3,200 millones), seguidas de First Quantum, Freeport y Teck.
En los últimos años, proyectos como Cañariaco, Zafranal, Tía María y San Gabriel han incrementado su presupuesto debido a avances técnicos y de desarrollo. La cartera de este año sumó 19 nuevos proyectos con cerca de US$ 7,600 millones, entre ellos la optimización de Cerro Verde (US$ 100 millones) y expansiones en Shougang y Quellaveco.
“Aquí destacan proyectos importantes como la optimización de Cerro Verde por US$ 100 millones, está la expansión de Shougang y la de Quellaveco, que también suman montos relevantes. También hay seis proyectos que aumentaron de forma importante su inversión y aquí están sumando un extra de US$ 500 millones más”, explicó González.
No obstante, algunas iniciativas, como la expansión de Cuajone, han reducido su presupuesto por ajustes de mercado o cambios en prioridades.
La mayor parte del capital proviene de China (US$ 13,500 millones), Canadá (US$ 12,000 millones), México (US$ 9,200 millones) y Estados Unidos (US$ 9,100 millones), confirmando el interés internacional en el potencial minero del Perú.