Mientras otros sectores mostraron señales de recuperación en mayo, la actividad extractiva enfrentó un escenario adverso que vuelve a poner en el centro del debate la vulnerabilidad de la industria frente a factores productivos, sociales y operativos.
La economía peruana mostró una leve mejora en mayo de 2025, luego de haber registrado en abril su desempeño más bajo del año. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el Producto Bruto Interno (PBI) creció 2.67%, sumando así 14 meses consecutivos de crecimiento.
Sin embargo, no todos los sectores siguieron esta tendencia. El más afectado fue minería e hidrocarburos, que registró una caída de 6.92%. Dentro de este, la minería metálica mostró un descenso aún mayor, de 7.20%, debido a la reducción en la producción de cobre (–5.00%), molibdeno (–24.08%), hierro (–62.84%) y oro (–4.65%).
Esta caída en la producción de metales estratégicos, en especial el cobre, principal producto de exportación del país, evidencia una desaceleración vinculada a factores operativos, sociales y de entorno que limitan el desempeño sostenido del sector.
El sector hidrocarburos también retrocedió 5.07%, debido a la menor extracción de líquidos de gas natural (–15.96%) y gas natural (–6.38%). No obstante, se reportó un incremento en la producción de petróleo crudo (17.16%), que ayudó a moderar el descenso general del rubro.
En contraste, sectores como el agropecuario, la construcción y los servicios impulsaron el crecimiento económico de mayo. En este escenario, la caída del sector minero genera preocupación por su impacto en la recuperación nacional, dada su relevancia como motor de inversión, empleo y recaudación fiscal.