Desde la mañana del lunes, alrededor de 1,500 mineros informales han bloqueado diversos tramos de la carretera Panamericana Sur en la provincia de Caravelí, región Arequipa, como parte de una huelga indefinida contra la reciente ley que elimina el proceso de formalización minera. La protesta es encabezada por la Confederación Nacional de la Pequeña Minería y Minería Artesanal del Perú.
Los puntos críticos se encuentran en el kilómetro 601, en el distrito de Chala, y en el puente Ocoña, donde se ha generado una extensa congestión vehicular de más de dos kilómetros en ambos sentidos. Buses interprovinciales, camiones de carga y vehículos menores permanecen varados en la zona.
De acuerdo con el coronel Fernando Portugal, jefe de la División Policial de Arequipa, los manifestantes han otorgado breves treguas de una a dos horas para permitir el paso de vehículos, pero advirtió que el bloqueo continuará, al menos, hasta el martes. “Se están organizando para pasar la noche en la carretera. Han traído frazadas y alimentos”, declaró Portugal a RPP.
El conflicto estalla pese a que el Gobierno oficializó este domingo la ampliación por seis meses del proceso de formalización en el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo). Según el Decreto Supremo N.º 012-2025-EM, firmado por la presidenta Dina Boluarte y el ministro de Energía y Minas, Jorge Luis Montero, la extensión es válida hasta el 30 de junio de 2025 y aplica solo para mineros con inscripción vigente o suspendida por menos de un año.
Sin embargo, los gremios mineros consideran que esta medida no atiende sus demandas reales. Exigen la derogatoria de la ley que elimina definitivamente la posibilidad de iniciar el proceso de formalización, alegando que dejará a miles de pequeños productores fuera del marco legal. Sostienen que, al criminalizar su actividad, se pone en riesgo su única fuente de sustento.
La tensión continúa en el sur del país, mientras el tránsito permanece interrumpido y las colas de vehículos se extienden por varios kilómetros. Transportistas y viajeros enfrentan largas horas de espera y condiciones inciertas, en tanto los gremios mineros insisten en que solo una mesa de diálogo con el Ejecutivo y el Congreso podría destrabar la situación.