La compañía canadiense Element 29 Resources Inc. ha identificado seis nuevas anomalías geofísicas en su proyecto de cobre-molibdeno-plata Elida, ubicado entre las regiones de Lima y Áncash, tras completar una avanzada campaña de exploración con tecnología magnetotelúrica (MT). Este hallazgo refuerza el potencial mineral de la zona y allana el camino hacia una futura expansión de los recursos existentes.
El estudio, basado en datos recogidos por 122 estaciones distribuidas en un área de 5 por 6 kilómetros, permitió construir un modelo tridimensional de resistividad del subsuelo que alcanza profundidades superiores a los 3,000 metros. En dicho modelo, los investigadores detectaron una franja de alta resistividad de aproximadamente 1,000 metros de largo, orientada de este a oeste, que atraviesa el núcleo del depósito Elida, en coincidencia con el complejo intrusivo previamente identificado como mineralizado.
Este tipo de estudios magnetotelúricos permite observar las características eléctricas del subsuelo a gran profundidad, diferenciando entre zonas secas o rocosas y aquellas con presencia de fluidos minerales o alteración hidrotermal, que comúnmente están asociadas a la presencia de metales valiosos como el cobre, el molibdeno o la plata.
Las nuevas anomalías de baja resistividad detectadas rodean el núcleo mineralizado central y se extienden más allá de los límites conocidos del sistema hidrotermal. Aunque estas zonas aún no han sido perforadas, su ubicación y características sugieren que podrían contener mineralización significativa, lo que permitiría ampliar los recursos actuales y descubrir nuevas áreas de interés geológico.
Entre los hallazgos, se destaca una segunda anomalía ubicada al noroeste, cerca de la Zona 5, que podría representar la continuidad de áreas de alta ley de cobre ya conocidas. Otra anomalía, más profunda y aún sin perforar, se localiza justo debajo del sondeo ELID033, que previamente interceptó más de 1,000 metros de mineralización. Esto sugiere que el sistema mineralizado podría prolongarse en profundidad.
También se identificó una posible expansión lateral hacia el sur del núcleo mineralizado y otras zonas con señales de alteración asociadas a mineralización secundaria, especialmente visibles en superficie en la Zona 2. La sexta y última anomalía detectada se encuentra fuera del área previamente mapeada y podría representar un nuevo objetivo de exploración, ya que presenta características geológicas prometedoras, aunque con poca exposición en superficie.
El presidente y CEO de Element 29, Richard Osmond, destacó que los resultados del estudio confirman la continuidad del depósito a profundidad y abren múltiples opciones para futuras perforaciones. La meta de la compañía es avanzar hacia un descubrimiento de clase mundial o «Tier 1», es decir, un yacimiento de gran tamaño, larga vida útil y costos competitivos, en un entorno geopolíticamente estable como Perú.
Con esta nueva información, Element 29 se prepara para lanzar nuevas campañas de perforación profundas y laterales que podrían posicionar a Elida como uno de los proyectos de cobre en exploración más relevantes del país.
