El Ministerio de Energía y Minas (MINEM), a través de la Dirección General de Electrificación Rural (DGER), culminó la ejecución de siete proyectos de electrificación rural en lo que va del 2025. Estas obras han significado una inversión total superior a los S/ 195 millones, permitiendo que más de 63,000 ciudadanos accedan por primera vez a energía eléctrica en sus hogares.
Los beneficiarios se encuentran distribuidos en 715 localidades rurales de difícil acceso en las regiones de Lambayeque, San Martín, Lima, Cajamarca, Puno, Junín y Cusco. Esta expansión de cobertura energética busca mejorar la calidad de vida de los pobladores y fomentar oportunidades de desarrollo económico y social en zonas históricamente desatendidas.
Entre los proyectos destacados figura la “Instalación del servicio eléctrico rural en localidades del sector 1 de las provincias de Melgar, Lampa, Azángaro, San Antonio de Putina y Carabaya, de la región Puno”, que demandó una inversión superior a los S/ 110 millones y beneficia a 23,452 personas en 494 localidades.
Asimismo, se concluyó el “Mejoramiento y ampliación del servicio eléctrico rural en el distrito de Kimbiri, provincia de La Convención, región Cusco”, que lleva energía a más de 25,000 habitantes en 111 localidades.
En la región Junín, el proyecto “Mejoramiento y ampliación del servicio eléctrico en 83 localidades del distrito de Pichanaqui, provincia de Chanchamayo, en la región Junín” ha permitido que 9,820 personas accedan a este servicio esencial.
Además, se completaron obras como la “Electrificación de las localidades de Salas IV etapa, distrito de Salas – Lambayeque, en la región Lambayeque” y la “Creación del sistema de electrificación rural en las localidades de Tambillo, Lanchema, Churuyacu, Virgen del Carmen, Morerillo Alto, Lamparan, Atumpampa Bajo, Las Agüitas, La Unión y Palo Blanco, provincia de Jaén, Cajamarca”.
Con la culminación de estos proyectos, el MINEM reafirma su compromiso con el cierre de brechas en el acceso a la energía, priorizando especialmente a las comunidades rurales y más alejadas. La llegada de electricidad a estas zonas no solo mejora la vida diaria de los ciudadanos, sino que representa un paso decisivo hacia el desarrollo sostenible.
