El país consolida su avance en energías renovables con la Central Solar Illa en Arequipa, la más grande del país y la más alta de la región, mientras en Ica entra en operación la primera planta solar flotante sobre un reservorio agrícola.
El Perú fortalece su compromiso con la transición energética a través de dos proyectos emblemáticos que marcan un antes y un después en el desarrollo de energías limpias en el país: la construcción de la Central Solar Fotovoltaica Illa en Arequipa que será la planta más grande del país y la más alta de Latinoamérica, y la puesta en marcha de la primera planta solar flotante sobre agua en la región de Ica.
Por un lado, la Central Solar Illa, promovida por el grupo español Enhol e impulsada por Inver Renewable Management, se está construyendo en la zona de Pampa Lomas Altas, distrito de Yauca, Arequipa. Con una capacidad instalada de 472 megavatios pico (MWp) y una inversión superior a US$ 350 millones, esta infraestructura aportará más de 1.2 teravatios hora (TWh) anuales al Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN), lo que representa aproximadamente el 2.5 % de la generación eléctrica nacional.
El proyecto incluye la instalación de más de 742,000 módulos fotovoltaicos, una subestación elevadora y una línea de transmisión de 9.5 kilómetros de longitud con una tensión de 220 kV. Se prevé que la planta entre en operación en diciembre de 2026, y su ubicación a más de 3,800 m s. n. m. la convertirá en la planta solar más alta de América Latina, condición que, además, favorece el rendimiento energético gracias a la mayor irradiación solar en zonas de altura.
Paralelamente, en la región de Ica, el Grupo MIGIVA ha dado un paso innovador al inaugurar el primer sistema fotovoltaico flotante del Perú. Instalado sobre el reservorio de agua del fundo Agrícola Andrea, el sistema utiliza tecnología del proveedor internacional Sungrow FPV y tiene una capacidad de 450 kilovatios (kW). Está diseñado para el autoconsumo en labores agrícolas, con una generación estimada de 780,000 kilovatios hora (kWh) anuales, lo que equivale a un ahorro de aproximadamente US$ 140,000 por año y una reducción de emisiones cercana a las 650 toneladas de CO₂.
Una ventaja adicional de esta planta flotante es su capacidad para reducir la evaporación del agua en el reservorio donde se encuentra, lo que resulta especialmente valioso en regiones como Ica, afectadas por el estrés hídrico. Este tipo de solución tecnológica demuestra el potencial de integrar energía limpia y eficiencia hídrica en la agricultura peruana.
Ambos proyectos se enmarcan en un panorama prometedor para el sector renovable en el país. Según cifras del Ministerio de Energía y Minas, al cierre de 2024 el Perú contaba con 476.66 MW de capacidad solar instalada. Además, hay 1,773 MW en construcción y más de 2,447 MW en desarrollo, repartidos entre al menos 14 proyectos solares, muchos de ellos en regiones del sur como Arequipa, Moquegua e Ica.
La combinación de grandes centrales terrestres como Illa y soluciones innovadoras como la solar flotante posicionan al Perú como uno de los países más dinámicos en la región en cuanto a energías renovables. El gobierno y los inversionistas privados coinciden en que este tipo de infraestructura no solo reduce la dependencia de fuentes fósiles, sino que también promueve la sostenibilidad ambiental y social en sectores como el agrícola y el industrial.
Con estas iniciativas en marcha, el Perú consolida su papel como líder emergente en la adopción de energías limpias en América Latina, con miras a cumplir los compromisos climáticos internacionales y diversificar su matriz energética de manera sostenible.