La organización estima que en 2025 y 2026 aumentará la demanda de crudo de sus miembros, mientras el mercado se mantiene volátil por el conflicto entre Israel e Irán y las señales mixtas de la economía global.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ajustó al alza sus proyecciones sobre la demanda de crudo para 2025 y 2026, estimando que sus países miembros y aliados necesitarán suministrar 42.7 millones de barriles diarios (mbd) este año y 43.1 mbd el próximo. Estas cifras representan un aumento de 0.2% y 0.5% respecto al informe anterior.
El informe mensual, aunque no menciona directamente el reciente conflicto bélico entre Irán e Israel que ha disparado los precios internacionales del crudo, conserva sin modificaciones la mayoría de las previsiones anteriores.
La organización sostiene que el consumo global de petróleo llegará a 105 mbd en 2025, lo que supone un crecimiento interanual de 1.3 mbd. Para 2026, la expectativa es aún mayor: 106.28 mbd, con un incremento adicional de 1.28 mbd.
Estas proyecciones se sustentan en un entorno económico internacional que, según el informe, mantiene una trayectoria de crecimiento estable, con una expansión global estimada en 2.9 % para este año y 3.1 % para 2026. La OPEP destaca especialmente el buen desempeño económico de países como India, China y Brasil, así como un crecimiento subyacente sólido en Estados Unidos y una leve recuperación en la eurozona.
«La economía mundial mantuvo una trayectoria de crecimiento estable, apoyada por un crecimiento saludable en el primer trimestre del 2025 y los tímidos avances en las negociaciones comerciales con Estados Unidos», resaltan los expertos de la organización.
Asimismo, subraya que en el primer semestre de 2025 la economía global ha superado las expectativas, lo que permitiría prever un segundo semestre robusto en términos de crecimiento y actividad.
En cuanto a los precios del petróleo, la OPEP informó que su barril de referencia se vendió en mayo a un promedio de US$63.62, lo que representa una caída del 7.8 % respecto a abril. El Brent y el WTI también registraron retrocesos mensuales del 3.7% y 3.2%, con precios promedio de US$64 y US$61 por barril, respectivamente. Este descenso se atribuye, según la organización, a un mercado con abastecimiento suficiente y menor percepción de riesgo, aunque esta última ha aumentado tras el estallido del conflicto en Medio Oriente.
La incertidumbre geopolítica ha provocado un nuevo repunte en los precios: el Brent alcanzó los US$78.32 por barril, su máximo desde fines de enero, mientras que el WTI rozó los US$72, de acuerdo con datos de Bloomberg.
Respecto a la producción, la OPEP prevé que los países ajenos al pacto OPEP+ produzcan 54 mbd en 2025, una cifra igual a la estimada en mayo. Para 2026, ajustó levemente a la baja esta previsión, dejándola en 54.81 mbd.
Los países OPEP+ en su conjunto aumentaron su producción en mayo en 180,000 bd, alcanzando un total de 41.23 mbd. Esta cifra está muy por debajo del incremento de 411,000 bd anunciado para los meses de mayo, junio y julio.
Arabia Saudí encabezó el aumento con 177,000 bd adicionales, elevando su producción a 9.18 mbd. Otros incrementos menores se registraron en Libia, Emiratos Árabes Unidos, Nigeria, Sudán del Sur y Guinea Ecuatorial. Por el contrario, Irak, Venezuela, Irán y Kazajistán redujeron sus niveles de extracción, compensando parcialmente las alzas mencionadas.
