Empresas como Hudbay Minerals y SSR Mining suspenden operaciones priorizando la seguridad de sus empleados y la protección de sus instalaciones ante la emergencia.
La severa ola de incendios forestales que afecta a Canadá ha provocado la interrupción temporal de las operaciones de varias empresas mineras. En Manitoba, Hudbay Minerals detuvo la producción en Snow Lake, donde durante el primer trimestre de 2025 se extrajeron 7,7 millones de libras de cobre, lo que representa el 7,2% de su producción total. Dicha medida se adoptó tras la alerta de evacuación preventiva emitida por las autoridades competentes. Adicionalmente, Hudbay ha interrumpido las exploraciones en Flin Flon y Snow Lake, mientras implementa medidas para mitigar posibles riesgos a sus infraestructuras, las cuales, según la compañía, presentan baja vulnerabilidad ante los siniestros.
En Saskatchewan, SSR Mining también ha optado por suspender temporalmente las actividades en la mina Seabee, como consecuencia de cortes en el suministro eléctrico ocasionados por la cercanía de los incendios, ubicados a unos 15 kilómetros del yacimiento. A pesar de que el fuego no representa una amenaza directa para la integridad de la mina, la empresa priorizó la seguridad de sus trabajadores y activos. Las decisiones tomadas reflejan la dificultad de la situación, donde las altas temperaturas y la sequía han exacerbado la propagación de los incendios en el centro y oeste del país.
Más allá del sector minero, las consecuencias de los incendios se extienden a otras industrias. En Alberta, algunas operaciones de petróleo y gas han debido ser interrumpidas. Cenovus Energy, por ejemplo, ha reducido el personal no esencial en Foster Creek, evidenciando el alcance generalizado de esta crisis ambiental. Los equipos de emergencia y las autoridades locales continúan trabajando en la contención de los incendios y en la protección de las comunidades afectadas, en un esfuerzo por minimizar los daños y restablecer la normalidad.
La crisis actual en Canadá resalta la creciente exposición de las actividades económicas, incluyendo la minería, ante los eventos climáticos extremos. Las interrupciones en la producción no solo impactan la economía regional, sino que también subrayan la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y adaptación al cambio climático para garantizar la sostenibilidad de las operaciones en el futuro.