A pesar de las restricciones legales, el contrabando de mercurio desde Bolivia hacia Perú sigue siendo una fuente clave para la minería ilegal de oro, causando graves daños ambientales y a la salud pública.
El contrabando de mercurio continúa alimentando la minería ilegal en la Amazonía peruana, a pesar de la prohibición de su importación desde 2015. Bolivia, donde la compra del insumo aún es legal, se ha convertido en el principal punto de entrada de este metal tóxico hacia Perú.
Empresarios peruanos estarían utilizando empresas registradas en Bolivia para importar mercurio desde países como México. Luego, el insumo cruza la frontera por rutas ilegales hacia regiones como Madre de Dios, donde se emplea ampliamente para la extracción de oro en actividades mineras ilegales.
El impacto es severo. Las comunidades amazónicas enfrentan contaminación de sus ríos y suelos, mientras que estudios han detectado niveles peligrosos de mercurio en la sangre de pobladores, especialmente niños. La situación representa una amenaza directa para la salud pública y la biodiversidad de una de las regiones más ricas del planeta.
El gobierno peruano ha emprendido iniciativas como el plan planetGOLD para reducir el uso de mercurio en la pequeña minería, pero expertos señalan que sin una estrategia regional más firme contra el contrabando, el problema persistirá.
