En el contexto del creciente interés nacional por la gestión de pasivos ambientales mineros, estudiantes de la Universidad Nacional de Cajamarca participaron en una visita técnica a CIEMAM, un centro de análisis que impulsa el conocimiento aplicado y la recuperación de pasivos ambientales mineros
Perú enfrenta actualmente más de 6,026 pasivos ambientales mineros identificados por el Ministerio de Energía y Minas en la actualización del Inventario Inicial de Pasivos Ambientales Mineros, aprobado mediante Resolución Ministerial N.º 290-2006-MEM/DM, muchos de ellos ubicados en regiones andinas como Cajamarca. Esta realidad plantea desafíos urgentes en términos de remediación, vigilancia ambiental y formación de profesionales capaces de abordar estos problemas desde una mirada técnica y sostenible.
En este contexto, estudiantes miembros del Capítulo de la Sociedad Geológica del Perú de la Universidad Nacional de Cajamarca (SGP–UNC), realizaron una visita técnica a CIEMAM, un laboratorio natural especializado en estudios ambientales, donde conocieron de cerca herramientas y procedimientos utilizados en el análisis de suelos, aguas y materiales empleados en la rehabilitación de pasivos ambientales mineros.
La jornada tuvo como propósito reforzar los aprendizajes adquiridos en aula mediante la observación directa de metodologías aplicadas en el monitoreo ambiental y en procesos de remediación. El espacio visitado —que ha sido rehabilitado para fines científico-tecnológicos— representa además un caso ejemplar de recuperación de infraestructura con impacto educativo, técnico y ambiental.
Durante el recorrido, los estudiantes accedieron a un bocaminas de más de 1km de largo, visitaron áreas de preparación de muestras y zonas de trabajo donde se llevaron a cabo trabajos de remediación de relaveras y desmonteras. La experiencia permitió articular teoría y práctica, acercando a los futuros profesionales a un campo de acción concreto en una región donde la actividad minera cuenta con mucha historia.
A través de iniciativas como esta, se promueve una formación comprometida con el entorno, basada en el conocimiento técnico y la responsabilidad social. En paralelo, cobra relevancia el papel que puede asumir el sector privado en la recuperación de espacios degradados o subutilizados vinculados a pasivos ambientales. Para que estas iniciativas se multipliquen, es fundamental contar con marcos normativos que las respalden y fomenten, generando condiciones que hagan viable invertir en la rehabilitación de infraestructuras con potencial científico, educativo o ambiental. Dar nueva vida a estos espacios no solo contribuye a la mitigación de impactos, sino que también crea oportunidades para la innovación y el desarrollo regional.