Este sólido desempeño se atribuye, principalmente, al dinamismo del subsector minero metálico, que experimentó un notable incremento del 7,45%. Este crecimiento fue impulsado por el aumento en la producción de metales clave como el cobre, zinc, molibdeno, plata, plomo y oro. De hecho, el incremento en la producción de zinc (17,5%) y plata (19,6%) demuestran la solidez de este sector.
Por su parte, el subsector hidrocarburos también contribuyó positivamente al crecimiento general, con un aumento del 4,52%. Este resultado se sustenta en la mayor extracción de petróleo crudo (16,3%) y gas natural (1,6%), lo que refleja una mayor actividad en la exploración y producción de estos recursos energéticos. Sin embargo, se observó una ligera reducción en el volumen de extracción de líquidos de gas natural (-0,5%).
Adicionalmente, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reportó un crecimiento del 5,58% en la producción del subsector electricidad, impulsado por un mayor volumen de generación de energía de origen renovable eólica-solar (14,01%), energía termoeléctrica (11,85%) y energía hidroeléctrica (1,34%). Empresas como Energía Renovable del Sur, Empresa de Generación Huallaga y Statkraft Perú destacaron por su contribución a este incremento.
Los datos del INEI confirman la relevancia del sector minero e hidrocarburos como motor de la economía peruana. El crecimiento sostenido en la producción de metales, hidrocarburos y electricidad es un indicativo de la fortaleza y el potencial de estos sectores para seguir impulsando el desarrollo del país.