La congestión en las redes de transmisión eléctrica del Perú ha alcanzado niveles preocupantes, incrementando el riesgo de apagones en diversas regiones del país. Según el Comité de Operación Económica del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (COES), en marzo de 2025 se registraron 117.35 horas de congestión en el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN), un aumento del 70.12% respecto al mismo mes del año anterior.
Las zonas más afectadas incluyen las líneas entre Ica y Marcona, con 41.05 horas de congestión; Huanza a Carabayllo, con 35.83 horas; y Trujillo Norte a Chimbote, con 17.80 horas. Estas interrupciones han provocado que 505.53 megavatios hora (MWh) de energía no lleguen a los sistemas de distribución, impactando tanto a usuarios residenciales como al sector productivo.
En La Libertad, la subestación de Chavimochic experimentó un promedio de 10.11 interrupciones anuales, acumulando 33.97 horas de cortes, lo que ha afectado significativamente a la agroindustria local.
Expertos señalan que la falta de sincronización entre la expansión de la generación y la transmisión eléctrica es una de las principales causas de esta congestión. Aunque ProInversión ha adjudicado 16 proyectos de transmisión por US$ 896 millones en lo que va del año, los procedimientos burocráticos han retrasado la implementación de nuevas infraestructuras necesarias para aliviar la saturación del sistema.
Además, las redes de distribución, en su mayoría gestionadas por empresas estatales como las del Grupo Distriluz, enfrentan sobrecargas debido a inversiones postergadas y restricciones administrativas. Si no se abordan estos problemas, el país podría enfrentar apagones y racionamientos de energía, afectando la seguridad del suministro eléctrico.