El precio del metal experimentó un cambio significativo esta semana, influenciado por la escalada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, incluso cuando los inventarios muestran una disminución global.
Durante la semana, los precios del cobre cayeron de un máximo de US$ 4,61 por libra el 26 de marzo a un mínimo de US$ 3,68 por libra el 7 de abril, provocado por el anuncio de aranceles recíprocos entre Estados Unidos y China. Esta caída marcó el nivel más bajo desde noviembre de 2023. Sin embargo, la búsqueda de gangas por parte de los compradores chinos, aprovechando los precios más bajos, condujo a un repunte sustancial, con el precio subiendo casi US$ 1.000 en la Bolsa de Metales de Londres (LME) en un solo día, el mayor movimiento desde 2009. Codelco también informó una fuerte demanda física desde China durante el trimestre.
A pesar de esta recuperación, Goldman Sachs ha moderado las expectativas, reduciendo su proyección para el tercer trimestre a US$ 3,77 por libra y sugiriendo un posible superávit de 100.000 toneladas en 2025 debido a una expansión industrial más lenta fuera de China. La intensificación de la guerra comercial, incluido un arancel del 104% impuesto por Estados Unidos a los productos chinos y los aranceles de represalia de China del 125%, inicialmente alimentó los temores de recesión y una liquidación en los mercados financieros y los metales básicos. Una posterior pausa de 90 días en algunos aranceles, anunciada por el Presidente de los Estados Unidos, ofreció solo un alivio parcial.
Los inventarios mundiales de cobre han experimentado un descenso. Los inventarios totales en las tres principales bolsas de metales alcanzaron las 497.975 toneladas esta semana, lo que refleja un descenso semanal del 6,3%. La Bolsa de Metales de Londres (LME) informó de un descenso del 1%, con existencias de 208.775 toneladas. La Bolsa de Futuros de Shanghái (SHFE) registró 182.941 toneladas, una caída del 19%, mientras que los inventarios de COMEX aumentaron un 11,9% hasta alcanzar las 106.259 toneladas.
El mercado del cobre sigue siendo sensible a la evolución geopolítica y a los cambios en la actividad industrial mundial. Si bien la demanda china proporciona cierto grado de apoyo, las perspectivas generales se ven nubladas por la incertidumbre, lo que exige una estrecha vigilancia de las políticas comerciales y los indicadores económicos.