La compañía ajustó su estimación para el precio del oro a fin de 2025, prevé un aumento impulsado por la demanda de bancos centrales y fondos cotizados en bolsa (ETF).
Goldman Sachs revisó al alza su estimación para el precio del oro a fines de 2025, aumentando su previsión desde 3.300 a 3.700 dólares por onza troy (ozt), con un rango proyectado entre 3.650 y 3.950 dólares. La firma atribuye este ajuste a una demanda inesperadamente robusta por parte de los bancos centrales y un renovado interés de los fondos cotizados en bolsa (ETF), en un contexto de crecientes riesgos de recesión global.
En un informe emitido el viernes, el banco de inversión estadounidense señaló que, de materializarse una desaceleración económica, las entradas a los ETF respaldados por oro podrían acelerarse considerablemente, llevando el precio del metal precioso hasta los 3.880 dólares por onza hacia finales de 2025.
No obstante, Goldman también contempla un escenario alternativo: si la economía sorprende con un crecimiento sólido y disminuye la incertidumbre política, especialmente en Estados Unidos, con elecciones presidenciales en puerta, los flujos hacia los ETF podrían estabilizarse. En tal caso, los precios del oro cerrarían el año más cerca de los 3.550 dólares por onza, en línea con los fundamentos macroeconómicos y los movimientos en las tasas de interés.
Factores geopolíticos
La entidad también incrementó su proyección sobre la demanda de los bancos centrales, elevándola de 70 a 80 toneladas métricas mensuales. Este cambio refleja la creciente acumulación de reservas de oro como activo estratégico frente a tensiones geopolíticas, inflación persistente y esfuerzos de varios países por diversificar sus reservas lejos del dólar.
El lunes, el oro al contado alcanzó un nuevo récord intradía de 3.245,42 dólares por onza, aunque el mercado mostró señales de indecisión, en medio de expectativas sobre una posible nueva ronda de aranceles por parte de Estados Unidos.
Panorama global
Mientras tanto, la política comercial continúa generando incertidumbre. La Casa Blanca anunció recientemente que los teléfonos inteligentes y computadoras quedarían exentos, al menos por ahora, de los nuevos aranceles recíprocos propuestos, aunque el expresidente Donald Trump advirtió que nuevas tarifas siguen sobre la mesa.
Este entorno también afecta a otros metales. Las importaciones chinas de cobre registraron una caída en marzo, mientras que los precios más atractivos en Estados Unidos incentivaron mayores volúmenes de exportación hacia ese país.
