La minera australiana espera iniciar este año su ambicioso plan de inversión para optimizar la operación de Escondida, la mina de cobre más grande del mundo, mientras avanza en trámites ambientales clave.
La minera BHP está evaluando dar el puntapié inicial a su plan de modernización para la mina Escondida en Chile antes de que termine el año, según confirmó el presidente de la operación, Alejandro Tapia, en declaraciones recogidas por Reuters. La compañía presentó en febrero los primeros permisos requeridos, como parte de una estrategia a largo plazo para potenciar la productividad de este yacimiento, considerado el mayor del mundo en producción de cobre.
El proyecto contempla una inversión total de hasta US$10.800 millones, y tiene como primera etapa la optimización de la concentradora de Laguna Seca, que demandará una inversión aproximada de US$2.300 millones. Para ello, BHP ya inició el proceso de evaluación ambiental mediante la presentación de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
“Estamos listos para comenzar a ejecutarlo incluso este año si se aprueban los permisos necesarios”, afirmó Tapia.
La relevancia de las operaciones de BHP en Chile es significativa: representan el 27% de la producción nacional de cobre. Solo en el año fiscal 2024, sus actividades en el país generaron un aporte de US$9.400 millones, equivalente a cerca del 3% del Producto Interno Bruto (PIB), a través de impuestos, royalties, inversión social, empleo y contrataciones locales.
En paralelo, la compañía también impulsa un plan de expansión para su mina Spence, que contempla una inversión de US$1.300 millones. Este proyecto busca extender la vida útil de la operación hasta 2039, y para ello ya presentó un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en febrero.
La mina Escondida, ubicada a 170 kilómetros al sureste de Antofagasta, en pleno desierto de Atacama, debe su nombre al hecho de que su principal yacimiento está cubierto por una gran capa de sobrecarga, sin aflorar en la superficie. Este pórfido de cobre es clave para la economía chilena, al generar múltiples puntos porcentuales del PIB nacional.
BHP controla el 57,5% de Escondida, en sociedad con Río Tinto (30%) y la japonesa JECO Corp (12,5%). Las instalaciones incluyen dos pozos principales, tres plantas concentradoras y dos unidades de lixiviación, que procesan minerales tanto oxidados como sulfurados.