Con la imposición de tarifas por parte del gobierno de Donald Trump, el Perú enfrenta un escenario mixto: beneficios para algunas industrias y desafíos para otras frente a una inminente ola de importaciones asiáticas.
La administración de Donald Trump en Estados Unidos anunció la imposición de aranceles que oscilan entre el 10% y más del 30% para varios países, incluyendo a China e Indonesia. En el caso del Perú, se aplicó un gravamen del 10%.
Esta política comercial tiene repercusiones distintas para cada sector, según explicó Felipe James, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), quien señaló que el impacto será mixto en el corto plazo.
“A primera vista, hay sectores beneficiados y otros que no. Estamos viendo las reacciones y las medidas que se puedan dar para ayudarlos. Tenemos que ver si es temporal o permanente. No sabemos cómo responderá Trump”, indicó James.
Entre los rubros que podrían salir favorecidos se encuentra el de textiles y confecciones, mientras que el agroindustrial, con productos como la palta y los arándanos, podría verse afectado por estas nuevas tarifas.
Sin embargo, el aparente beneficio para la industria textil podría no mantenerse en el tiempo. James advirtió que la producción textil asiática desplazada del mercado estadounidense podría redirigirse a Sudamérica, provocando una presión competitiva desleal en la región.
“Cerca del 30% de textiles que compra EE.UU. viene de China y un 20% viene de Vietnam. No van a poder ingresar a ese mercado. Esa gran producción irá a mercados como el nuestro, de Sudamérica y no estamos preparados para esos precios depredatorios”, advirtió.
Sectores como calzado, productos sanitarios, acero y materiales de construcción también estarían en riesgo de verse perjudicados por el ingreso de mercancías a precios más bajos.
“Hay que estar atento. Es un gran cambio en el comercio. ¿A dónde se dirigirán esos flujos enormes del Asia? Pueden desaparecer industrias, puestos de empleos. El Perú tendrá que reaccionar”, expresó James.
Ante este panorama, recordó que la Organización Mundial del Comercio (OMC) establece mecanismos para proteger la industria nacional, como las medidas “anti dumping” y las salvaguardas comerciales.
“Estamos dispuestos a competir, pero en igualdad de condiciones. No podemos permitir que entren productos con un precio más barato que la materia prima. Esos son precios depredatorios. Si bien exportaremos más a EE.UU., ¿qué haremos con la ola de importaciones que va a llegar?”, concluyó.
