La industria minera está revolucionando su relación con el agua, apostando por la desalación, el reúso y la eficiencia hídrica para garantizar un futuro más sostenible.
La minería en Chile avanza hacia una gestión del agua más eficiente y responsable, adoptando nuevas estrategias para optimizar su consumo y reducir su impacto en los recursos continentales. Según proyecciones de Cochilco, en 2034 casi el 70% del agua utilizada en el sector provendrá del mar, ya sea desalada o sin tratar, disminuyendo así la presión sobre fuentes naturales.
Actualmente, la industria minera ya reutiliza el 74% del agua en sus operaciones y sigue implementando mejoras para aumentar esta cifra.
En este contexto, la iniciativa Compromiso Minero, que reúne a más de 115 organizaciones del ecosistema minero, reafirma su apuesta por la sostenibilidad hídrica. Aunque el sector representa solo el 4% del consumo de agua dulce en el país, ha promovido activamente el uso de fuentes no convencionales, como la desalación, la recirculación y la reutilización del agua.
Reducción del uso de agua dulce y crecimiento del agua de mar
La incorporación de nuevas tecnologías es clave para enfrentar los desafíos ambientales de la industria, especialmente en el marco del aumento en la demanda de minerales esenciales para la transición energética.
Cochilco estima que para 2034 el uso de agua continental en minería disminuirá en un 39%, mientras que la utilización de agua de mar alcanzará los 16,53 metros cúbicos por segundo, un incremento del 157% respecto a los niveles de 2022.
Un informe de ACADES y la Corporación de Bienes de Capital (CBC) revela que, a inicios de 2025, existen 34 proyectos en desarrollo enfocados en la extracción, transporte y desalación de agua de mar, así como en el reúso de aguas residuales. De estos, 11 iniciativas pertenecen al sector minero, evidenciando el compromiso de la industria con la gestión hídrica sostenible.
Líderes del sector impulsan el cambio
Arturo Errázuriz, director de la Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES), destaca que la desalación es una de las soluciones más estratégicas para garantizar la seguridad hídrica en Chile. Cada metro cúbico de agua de mar que se emplea en la minería permite preservar las fuentes continentales para otros usos, como la recuperación de acuíferos y ecosistemas.
Ejemplos exitosos de esta estrategia incluyen la planta desaladora de Aguas Pacífico en Valparaíso y el futuro proyecto multipropósito en Coquimbo, que beneficiará a más de 500.000 personas.
BHP, pionera en desalación en Chile, ha invertido más de US$ 4.000 millones en los últimos 15 años para fortalecer esta tecnología. René Muga, vicepresidente de Asuntos Corporativos de la compañía, señala que su planta en Puerto Coloso, inaugurada en 2006, es esencial para garantizar la sostenibilidad de sus operaciones.
Por su parte, Lundin Mining también ha priorizado el uso de agua desalinizada y reciclada. Ximena Matas, directora de Asuntos Corporativos de Minera Candelaria, resalta que la compañía ha implementado procesos productivos diseñados para reutilizar el agua.
Innovación y tecnología para una minería más eficiente
El Advanced Mining Technology Center (AMTC) ha sido un actor clave en la investigación y desarrollo de soluciones para optimizar el uso del agua en la minería. Andreina García, subdirectora del centro y académica de la Universidad de Chile, señala que el uso de agua de mar en la gran minería es un gran avance para la seguridad hídrica del país.
Con todas estas iniciativas en marcha, la industria minera no solo contribuye a la producción de minerales esenciales para la generación de energías limpias, sino que también lidera una transformación hacia un uso más eficiente y sustentable del agua, reforzando su compromiso con el medioambiente y la seguridad hídrica del país.
