La gigante petrolera saudí Aramco adquirió la totalidad de Primax, consolidando su expansión en Sudamérica y reforzando su presencia en el negocio downstream.
En un movimiento que reconfigura el sector energético en Perú y la región, la multinacional saudí Aramco se convirtió en la nueva propietaria de Primax tras concretar una operación valorada en aproximadamente US$3,500 millones. La compra no solo representa una de las transacciones más importantes de los últimos años, sino que también marca la entrada de la gigante petrolera en el liderazgo de la distribución de combustibles en el país.
Fuentes cercanas a la negociación informaron a a diario Gestión que la operación convierte a Aramco en el nuevo propietario de Primax, una de las principales comercializadoras de combustibles en el país y líder del mercado de estaciones de servicio. Este movimiento forma parte de la estrategia de expansión de la petrolera saudí, que en 2023 ya había adquirido el 100% de la participación accionaria de la chilena Esmax, fortaleciendo así su posición en Sudamérica.
Primax, hasta ahora bajo el control del Grupo Romero, es un actor clave en el mercado de hidrocarburos, con operaciones en Perú, Ecuador y Colombia. Desde su ingreso en 2002, la compañía creció exponencialmente, pasando de operar 120 estaciones de servicio a más de 2,185 hasta agosto de 2024, con un 81% de sus estaciones administradas por terceros afiliados. Además, cuenta con más de 180 tiendas de conveniencia bajo la marca Listo, consolidando su presencia en el retail de combustible.
El acuerdo también posiciona a Aramco como un actor clave en la distribución de diésel, gasolina, balones de gas y lubricantes, además de fortalecer su alianza con Shell, dado que Primax ha sido su macrodistribuidor en la región. Álvaro Granada, CEO del Grupo Primax, había destacado en 2022 que la compañía contaba con 11 terminales y cinco plantas de GLP, activos que ahora pasan a manos del conglomerado saudí.
En su informe financiero de 2024, Aramco reafirmó su interés en continuar invirtiendo en el segmento downstream, buscando oportunidades que permitan generar mayor valor en la cadena de suministro. La empresa ya tenía presencia en el país a través de MidOcean, con una participación del 49%, y recientemente financió la adquisición de participaciones adicionales en Perú LNG.
Con esta compra, Aramco no solo afianza su presencia en el mercado peruano, sino que también redefine el panorama energético regional, consolidando su estrategia de expansión en América Latina y fortaleciendo su dominio en la comercialización y distribución de combustibles.
