Según el informe Mineral Commodity Summaries 2025, publicado a finales de enero por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), la República Democrática del Congo se ha mantenido como el segundo mayor productor mundial de cobre por segundo año consecutivo, superando al Perú, que ocupa ahora el tercer lugar. Por su parte, Chile continúa siendo el principal productor global de cobre.
La producción de cobre de la República Democrática del Congo llegó a 3,3 millones de toneladas al finalizar 2024, superando significativamente las 2,6 millones de toneladas de Perú. La brecha de 600 mil toneladas entre ambos países se debe en gran parte a la suspensión de varios proyectos cupríferos en Perú, como Tía María y Yanacocha Sulfuros, los cuales aún no han iniciado operaciones.
En cambio, la producción de cobre en la República Democrática del Congo ha crecido rápidamente en los últimos años, favorecida por una considerable inversión china.
«Hoy en día, el 80 % de nuestras minas tienen un único socio, que es China», mencionó Marcellin Paluku, director adjunto del Ministerio de Minas del Congo, en una entrevista reciente con Reuters. Las compañías chinas han invertido más de 20 mil millones de dólares en el desarrollo de grandes proyectos mineros en el país africano, posicionándolo como un jugador fundamental en el mercado global del cobre.
¿Cómo va la producción de cobre en el Perú?
En noviembre de 2024, la producción nacional de cobre alcanzó las 241.883 toneladas métricas finas (TMF), lo que implicó un aumento del 2,1 % en comparación con octubre, según el Boletín Estadístico Minero (BEM) del Ministerio de Energía y Minas.
Sin embargo, la cifra mostró una disminución del 4,6 % en comparación con el mismo mes de 2023, cuando se registraron 253.604 TMF. Esta caída se explica, en parte, por la reducción del 31,1 % en la producción de Compañía Minera Antamina, uno de los principales operadores del sector en el país.
El descenso de Perú en el ranking mundial de producción de cobre presenta desafíos significativos para la industria minera nacional, especialmente en un contexto de creciente competencia global y una creciente dependencia de las inversiones extranjeras para el desarrollo del sector.