El Ministerio de Energía y Minas (MINEM) en busca de la modernización del sistema eléctrico nacional al aprobar una directriz para el reconocimiento de costos de los Sistemas de Medición Inteligente (SMI) o medidores inteligentes. Esta medida busca acercar al Perú a los estándares internacionales de eficiencia energética y digitalización, y establecer las bases para el desarrollo de redes eléctricas inteligentes o Smart Grids, esenciales para un servicio sostenible.
Innovación y ahorro
Según especialistas de la Dirección General de Electricidad (DGE) del MINEM, esta tecnología permitirá a los usuarios monitorear y administrar su consumo de energía en tiempo real, favoreciendo un mayor control y promoviendo el ahorro en el uso de la electricidad.
Dentro de los beneficios económico, permitirá que los hogares paguen menos si desplazan los consumos de mayor intensidad hacia horarios de menor demanda, generando ahorros que compensan progresivamente la inversión realizada en el equipo.
Además, el sistema mejora la precisión en la facturación al implementar lecturas remotas, eliminando los cobros basados en estimaciones o promedios. En casos de interrupciones del servicio, la reconexión podrá realizarse de forma remota y en plazos mucho más cortos, reduciendo significativamente los tiempos de espera para los usuarios.
Facilidades y protección para el usuario
La Resolución Ministerial Nº 421-2025-MINEM/DM establece un esquema de financiamiento que protege al usuario. En lugar de un pago único inicial, el costo del medidor se prorrateará mensualmente a lo largo de su vida útil normativa de 15 años. Además, la norma prohíbe explícitamente cualquier cobro si el equipo no ha acreditado su «puesta en operación comercial», garantizando que los usuarios solo paguen por un dispositivo en pleno funcionamiento.
El MINEM resalta que este proyecto representa un pilar del futuro energético del país, debido a que los medidores inteligentes facilitarán la integración segura de la generación distribuida, como los paneles solares residenciales, así como la infraestructura para la carga de vehículos eléctricos. Para las empresas distribuidoras, la incorporación de esta innovación permitirá una gestión operativa más eficiente y una reducción de pérdidas técnicas, factores que a largo plazo pueden favorecer la competitividad de las tarifas eléctricas.