La tragedia en Indonesia llevó a Freeport-McMoRan a declarar fuerza mayor y generó un alza inmediata en el mercado internacional.
El precio internacional del cobre se disparó en la Bolsa de Metales de Londres tras un accidente en la mina Grasberg, en Indonesia, una de las mayores productoras del mundo. El metal para entrega a tres meses subió hasta un 3.2%, alcanzando los US$10,297.50 por tonelada, su mayor incremento intradía desde abril.
La minera Freeport-McMoRan declaró fuerza mayor en sus contratos de suministro luego de que el incidente dejara dos trabajadores muertos y mantuviera a otros cinco desaparecidos en las operaciones subterráneas. La producción en el distrito minero quedó suspendida mientras continúan las labores de rescate.
El efecto también se trasladó a los mercados bursátiles. Las acciones de Freeport retrocedieron 11% en Nueva York, mientras que sus competidores Glencore, Teck Resources, Antofagasta y Southern Copper mostraron alzas de hasta 9.7%.
“Lo poco que se necesita para tensionar este mercado”, advirtió Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas en Saxo Bank, al subrayar la vulnerabilidad del sector frente a choques de oferta.
La relevancia de Grasberg es clave: antes de la interrupción aportaba alrededor del 3.2% de la producción mundial de cobre, además de representar casi un tercio del total de Freeport y el 70% de su oro. Una paralización prolongada podría agravar la escasez de concentrados que ya afecta a la industria de fundición.
Freeport también ajustó sus estimaciones para el tercer trimestre. La compañía espera que sus ventas consolidadas de cobre caigan 4% y las de oro 6% frente a lo proyectado en julio.