La minería ilegal es considerada como uno de los principales desafíos en materia económica y social del país. Su incremento muestra el aumento de denuncias, proliferación de actividades conexas y operaciones financieras sospechosas, lo que revela la fragilidad de mecanismos de fiscalización del Estado.
La mayor incidencia de la minería ilegal se puede identificar en zonas específicas, mediante los registros de denuncias del Ministerio Público por el delito de minería ilegal disponibles desde el 2020.
Las denuncias, entre el 2020 y 2024 se triplicaron, hasta el punto de pasar los 800 a más de 2,500 a nivel nacional. Las regiones que presentaron este aumento fueron: Madre de Dios, La Libertad y Puno, donde las denuncias crecieron en más de 350, 250 y 120.
Estas cifras se mantienen en los primeros siete meses para las ya mencionadas regiones: en Pataz (La Libertad), las acusaciones por el delito de minería ilegal y sus formas agravadas se multiplicaron por 36 desde 2020 (de 3 a 109); en Inambari (Madre de Dios), los casos se triplicaron de (34 a 106); y en Ananea (Puno), a pesar de falta de denuncias en 202, a julio ya incrementaron 38.
Entre el 2019 y julio pasado, se triplicó el número de exportadores mineros. En el caso de Puno, pasaron de 91 a más de 1,000. Así, la participación de esta ciudad del total de exportadoras mineras se incrementó de 18% a 73% en ese periodo.
Otros factores que preocupan es la ratio de estaciones de servicio por cada 10 mil habitantes es tres veces el promedio nacional, 30% mayor que en Cusco y 50% mayor que en Apurímac y Ayacucho. Esto deja entre ver el consumo de combustible que se vincularía a un alza de porcentaje en minería ilegal.
Operaciones Sospechosas
Antes de identificar el origen de esta actividad, es importante analizar los destinos de envíos, pues se da a entender que en esos países se concentran este delito.
El sistema financiero identifica que en los últimos 10 años, India y Emiratos Árabes concentraron más del 80% de operaciones registradas como sospechosas.
Consistentemente, estos países aumentaron su presencia en envíos de oro en dicho periodo. Ambos lugares pasaron de concentrar 3% de exportaciones peruanas de este mineral en 2014, a 48% en el 2024, según estadísticas de TradeMap.
Los montos superaron los US$ 410 millones en promedio cada mes durante este 2025 y parte considerable de estas operaciones estuvo relacionada a personas con domicilio en Puno (32%) y a la Libertad (26%), dos regiones con mayor presencia de minería ilegal.
Cabe resaltar la preocupante situación de la población joven, dado que el 42% de este grupo son reportadas como participes. Además, 76% de las personas registradas tiene una antigüedad de 3 años.