La producción de hidrocarburos en Perú cerraría el 2025 con un “crecimiento” de 0%, según el reciente Marco Macroeconómico Multianual (MMM) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). El resultado llega tras una primera mitad del año marcada por una caída de 3.6% debido a mantenimientos en plantas clave como Las Malvinas, el ducto de Transportadora de Gas del Perú y varios lotes de Camisea.
Este retroceso fue atenuado por el desempeño del Lote 95 de PetroTal, cuya producción de crudo aumentó 14% hasta julio, en contraste con el descenso del gas natural (-5%) y los líquidos de gas natural (-10%), según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE). En ese contexto, su presidenta del Comité de Hidrocarburos, María Julia Aybar, explicó que “fueron temas circunstanciales los que dieron este resultado (negativo en el primer semestre), pero no vemos (que el sector cierre) ‘en rojo’. Al contrario, creemos que la producción podría sostenerse e incluso incrementarse hacia fin de año, sobre todo en el Lote 95 de PetroTal, que va bastante bien”.
Expectativas y dudas para el 2026
De cara al próximo año, el MEF proyecta un repunte de 3%, “impulsado por la continuidad de la mayor producción de petróleo, ante la puesta en marcha del Lote 192”. Sin embargo, esta expectativa enfrenta serias dudas.
El Lote 192 quedó sin operador tras el retiro de Altamesa Energy en febrero, y aunque Petroperú designó a Upland Oil and Gas mediante negociación directa, aún no se ha definido si la empresa está calificada para asumir las operaciones. Al respecto, Felipe Cantuarias, presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH), advirtió: “No tenemos información suficiente sobre si efectivamente ya se ha calificado o no Upland para que pueda operar. Está pendiente definir si se asumirá el total de las inversiones que ya había hecho Altamesa o si se han cambiado los plazos. Perupetro y Petroperú deben aclarar la situación y eso nos va a permitir tener un panorama muy claro de hacia dónde vamos”.
Aybar coincidió en que el reinicio del Lote 192 no será sencillo: “Ojalá se pudiera implementar en el corto plazo, pero tendría que ser un socio que pueda asumir la inversión necesaria para reactivar el lote y eso está un poco difícil porque Petroperú solo no estaría en la capacidad”.
Otros desafíos: transporte y liderazgo político
A la incertidumbre del Lote 192 se suma la situación del Oleoducto Norperuano, paralizado y con cerca de 2 millones de barriles inmovilizados, equivalentes a US$ 130 millones. «Tenemos todavía temas pendientes en relación con el lote 64, que también lo tiene Petroperú, y con los dos lotes de Perenco, con operaciones suspendidas. En realidad, el sector hidrocarburos podría dinamizarse con liderazgo político, que es lo que está faltando», enfatizó.
Posibles fuentes de recuperación
Aunque el panorama es complejo, Aybar identificó oportunidades en otros frentes. Subrayó que los lotes del noroeste, como el 10 y el Z-69, en proceso de licitación, podrían atraer a nuevos operadores dispuestos a invertir. “Sabemos que hay empresas interesadas y, a diferencia del operador actual, que es la empresa estatal, estarían dispuestos a poner inversión para aumentar esa producción. Son activos que ya vienen produciendo, no requieren una reactivación como el Lote 192. Con nuevos operadores dispuestos a invertir, podrían generar un aumento rápido en la producción”, indicó.
La SNMPE también observa con optimismo el ingreso de Chevron en el proyecto Anadarko y la consolidación del Lote 95. “En el caso de Chevron estamos viendo que ya están proyectando la evaluación de todos sus permisos y autorizaciones para hacer una perforación que se daría a finales del próximo año”, añadió Aybar.
El gas natural, otro reto pendiente
El gas natural también será clave en el 2026. El MMM prevé un repunte en la producción de líquidos y gas natural gracias al aporte del Lote 88, impulsado por la mayor demanda termoeléctrica y los programas de masificación.
No obstante, Cantuarias advirtió sobre un problema estructural: la reposición de reservas. “Necesitamos invertir para reponer gas, porque si aspiramos a proyectos de gran escala o a impulsar la petroquímica, vamos a requerir más. Hoy la generación eléctrica depende en casi 50% del gas de Camisea. Si no aseguramos nuevas reservas, pondremos en riesgo esa seguridad energética”, alertó.
Tanto Aybar como Cantuarias coinciden en que, más allá de los proyectos, la estabilidad política y el liderazgo gubernamental serán determinantes. Las elecciones presidenciales del 2026 podrían marcar el rumbo de un sector que, tras un 2025 estancado, busca señales claras para recuperar dinamismo.