La intervención desmontó un campamento clandestino usado por redes de minería ilegal. Las fuerzas del orden confiscaron armas bélicas, municiones y materiales para voladuras, en el marco de un estado de emergencia.
Durante la madrugada del 15 de julio, el Comando Unificado de Pataz, formado por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, ejecutó la Operación Calcuchimac en el anexo Los Alisos, ubicado en la concesión minera María Antonieta. Allí se desmanteló un campamento clandestino vinculado a organizaciones criminales que operan con minería ilegal.
El armamento decomisado evidencia el alto nivel de violencia con el que actúan estas bandas. Las autoridades incautaron cinco armas de fuego de guerra, entre fusiles Mauzer calibre .308, R15 limado, COLT 5.56 mm, CZ Escorpio 9 mm y subametralladora MGP-84, además de más de 370 municiones de distinto tipo y 48 cartuchos de escopeta. También se encontró material explosivo de gran potencia: 125 emulsiones hidrogel (amarillas y rojas) y 190 detonantes marca Cardex.
Este operativo se da en el marco del estado de emergencia vigente en Pataz, y forma parte de una estrategia continua que incluye otras intervenciones como Apocalipsis, Yanahuma, Armagedón y Rayo, cuyo objetivo es recuperar el control del territorio frente al crimen organizado. El general David Ojeda Parra, jefe del Comando Conjunto, calificó la operación como una “victoria estratégica” y aseguró que continuarán operando con respeto a los derechos humanos.
Además del armamento y explosivos, la intervención incluyó la destrucción de infraestructura usada para la extracción y procesamiento ilegal de minerales. Las autoridades también comenzaron a rastrear el origen de estas armas, gracias al apoyo de Sucamec, Fiscalía, Sunat y Migraciones, para desbaratar las redes responsables. Este hallazgo refuerza el mensaje del Estado de que no habrá impunidad para quienes financian la minería ilegal mediante el uso de violencia.