El IPE advierte que la minería ilegal podría crecer en el corredor minero del sur, generando impactos ambientales y económicos.
El Instituto Peruano de Economía (IPE) emitió una advertencia sobre el avance potencial de la minería ilegal de cobre en el sur del Perú, particularmente en el denominado “corredor minero del sur”, que conecta regiones como Apurímac, Cusco y Arequipa.
Según el análisis del IPE, la expansión de actividades ilegales no solo afectaría la competitividad de la minería formal, sino que también podría generar graves problemas ambientales y sociales. Actualmente, la minería ilegal de oro representa un desafío conocido para el país, pero la extracción clandestina de cobre podría replicar esas dinámicas y escalar rápidamente.
El informe indica que, debido a los altos precios internacionales del cobre y la creciente demanda mundial para tecnologías verdes, existen incentivos económicos fuertes que pueden tentar a redes ilegales a ampliar sus operaciones. Esto se sumaría a la falta de una fiscalización efectiva y a las limitaciones logísticas en zonas rurales y de difícil acceso.
El IPE también señaló que la minería ilegal en oro ya ha evidenciado efectos negativos: contaminación de ríos con mercurio, deforestación y pérdida de recaudación tributaria. Si el fenómeno se traslada al cobre, se teme un escenario parecido, pero en regiones con alta producción formal que sostiene gran parte de las exportaciones peruanas.
En ese contexto, el instituto recomendó fortalecer la supervisión estatal y la coordinación entre ministerios, gobiernos regionales y fuerzas del orden, además de implementar medidas preventivas para frenar la expansión de este problema antes de que se consolide.