Con una aprobación abrumadora del 98% de los accionistas, la siderúrgica japonesa avanza con la adquisición de la histórica compañía estadounidense, pese a críticas políticas en EE.UU. y tensiones sindicales.
En una operación que marcará un antes y un después en la industria del acero, Nippon Steel Corporation, la mayor siderúrgica de Japón y una de las más grandes del mundo, ha concretado la compra de U.S. Steel por un valor total de US$ 14,900 millones. La transacción, anunciada en diciembre de 2023, fue finalmente ratificada tras recibir el respaldo de una abrumadora mayoría del 98% de los accionistas de la empresa estadounidense.
Con esta adquisición, Nippon Steel busca reforzar su presencia internacional, aumentar su capacidad de producción y competir con gigantes del sector como China Baowu Steel. Según voceros de la compañía, el acuerdo también representa una oportunidad para impulsar la innovación tecnológica y la transición hacia una siderurgia más sostenible y eficiente.
Sin embargo, el anuncio no estuvo exento de controversia. Diversos líderes políticos estadounidenses, incluyendo al presidente Joe Biden, han expresado su preocupación sobre el impacto de esta compra en el empleo y la seguridad económica nacional. En respuesta, Nippon Steel aseguró que mantendrá intactas las operaciones de U.S. Steel dentro de Estados Unidos, preservando tanto los puestos de trabajo como las plantas industriales.
El sindicato United Steelworkers (USW), por su parte, ha manifestado su rechazo a la operación, señalando que no fueron adecuadamente consultados y que existen dudas sobre el verdadero compromiso de la empresa japonesa con los trabajadores locales. No obstante, representantes de Nippon Steel insisten en que el acuerdo es beneficioso para todas las partes involucradas y que se respetarán los contratos laborales vigentes.
U.S. Steel, fundada en 1901 por el magnate J.P. Morgan, ha sido por más de un siglo un símbolo del poder industrial estadounidense. Su venta a una empresa extranjera representa no solo un cambio en el panorama corporativo, sino también una señal del nuevo orden en la economía global, donde las alianzas transnacionales se vuelven cada vez más comunes frente a los desafíos del mercado y las exigencias ambientales.
Esta compra sitúa a Nippon Steel en una posición estratégica clave, al sumar a su cartera activos e infraestructura en uno de los mercados más competitivos del mundo, en un contexto donde la eficiencia energética, la reducción de emisiones de carbono y la innovación marcan la agenda del sector.