La compañía energética del Grupo Argos reprograma la ejecución de su proyecto eólico Caravelí, en Arequipa, frente a atrasos burocráticos. Traslada equipos desde Colombia y reafirma su apuesta por el potencial renovable del Perú.
La multinacional energética Celsia, subsidiaria del Grupo Argos de Colombia, ha decidido extender los plazos de ejecución del parque eólico Caravelí, ubicado en el distrito de Lomas, Arequipa, debido a importantes retrasos en trámites administrativos tanto en Perú como en Colombia. La compañía busca reorganizar su logística y trasladar equipos ya adquiridos desde otros proyectos detenidos en su país de origen, con el fin de mantener su estrategia regional de crecimiento en energías limpias.
El proyecto Caravelí, adquirido en agosto de 2023 a Iberoléica Renovables, representa una inversión aproximada de US$ 240 millones y contempla una capacidad instalada de 218 megavatios (MW). De acuerdo con el plan inicial, se proyectaba que el parque entrara en operación comercial durante el segundo semestre de 2025. Sin embargo, los recientes contratiempos han obligado a replantear los plazos, sin que ello implique la paralización del proyecto.
En declaraciones recientes, Ricardo Sierra, presidente ejecutivo de Celsia, confirmó que parte del equipamiento destinado a proyectos en La Guajira (Colombia) —como los parques eólicos Acacia y Camelias, que enfrentan retrasos prolongados por obstáculos regulatorios— será redireccionado hacia el proyecto Caravelí en Perú. “Hemos tomado la decisión de aprovechar los equipos que ya habíamos comprado para otros desarrollos y trasladarlos a Perú, donde las condiciones son más favorables”, indicó el ejecutivo.
El caso colombiano refleja un panorama complicado para las energías renovables, especialmente en regiones como La Guajira, donde más del 46 % de los proyectos energéticos enfrentan demoras debido a dificultades para conseguir licencias sociales, permisos ambientales, consultas previas y autorizaciones de conexión. Esta situación ha llevado a Celsia a reevaluar su despliegue estratégico en América Latina, priorizando jurisdicciones con un marco más eficiente para la inversión energética.
En ese sentido, el Perú ha emergido como un destino clave para la expansión renovable de la empresa. Sierra destacó que el país ofrece “estabilidad económica, entorno regulatorio atractivo, pagos en dólares y una visión clara de transición energética”, lo que convierte al mercado peruano en una alternativa viable para avanzar con mayor rapidez en el desarrollo de proyectos.
A pesar de las demoras en licencias locales y procedimientos administrativos, Celsia mantiene firme su apuesta por el parque eólico Caravelí y asegura que las modificaciones en el cronograma permitirán acelerar el proceso de implementación técnica una vez se liberen los permisos pendientes. La compañía trabaja en coordinación con autoridades peruanas para agilizar los trámites y minimizar los impactos en el cronograma general del proyecto.
Celsia busca convertir Caravelí en uno de sus principales activos eólicos fuera de Colombia, alineado con su objetivo corporativo de contribuir a la descarbonización del sistema eléctrico regional. El parque generará energía suficiente para abastecer a más de 300,000 hogares y evitará la emisión de alrededor de 350,000 toneladas de CO₂ al año.
Con esta reestructuración de plazos y logística, la empresa no solo reafirma su compromiso con la sostenibilidad, sino también con el desarrollo energético descentralizado en zonas como Arequipa, donde se busca dinamizar la economía local con proyectos de gran escala.
