La Corporación Financiera Internacional, miembro del Grupo Banco Mundial, destinará una inversión histórica en el país, enfocada en impulsar obras de transmisión eléctrica, transporte, agua, saneamiento y tecnología, promoviendo un modelo de crecimiento más inclusivo y sostenible.
La Corporación Financiera Internacional (IFC), brazo financiero del Grupo Banco Mundial enfocado en el sector privado, ha anunciado una inversión cercana a los USD 2 000 millones en Perú, con el objetivo de apoyar proyectos estratégicos en sectores como energía, infraestructura, agua, saneamiento y tecnología. Esta iniciativa forma parte de una estrategia a largo plazo para reforzar la sostenibilidad económica del país, ampliar el acceso a servicios básicos y dinamizar la economía mediante alianzas público-privadas.
Uno de los focos principales será el fortalecimiento del sistema eléctrico nacional. Para ello, IFC respalda el financiamiento de tres proyectos de transmisión eléctrica adjudicados a ACCIONA, que incluyen las líneas Reque–Nueva Carhuaquero (220 kV), Nueva Tumbes (220/60 kV) e Ica–Poroma (220 kV). Estas obras no solo optimizarán la conexión entre regiones clave del país, sino que también facilitarán la integración de energías renovables a la matriz energética, contribuyendo a una transición energética limpia y resiliente.
El paquete financiero asociado a estas iniciativas supera los USD 600 millones, con un primer tramo de USD 380 millones ya aprobado y en ejecución. Lo destacable de este esquema es que se trata de un “préstamo verde”, es decir, un mecanismo financiero diseñado bajo estándares de sostenibilidad ambiental y social, que responde a los criterios internacionales de inversión responsable.
Más allá del sector eléctrico, IFC tiene previsto ampliar su apoyo a otras áreas fundamentales para el desarrollo del país. En infraestructura, se priorizarán proyectos de transporte urbano, obras viales y modernización de servicios públicos. En agua y saneamiento, se busca extender la cobertura y calidad del acceso al agua limpia, especialmente en zonas rurales y periurbanas, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 6 y 11).
Además, el financiamiento apunta a fomentar la innovación tecnológica, mediante el respaldo a empresas que desarrollen soluciones digitales, energías limpias y servicios financieros inclusivos. Esta dimensión tecnológica es vista como clave para reducir brechas y aumentar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas, impulsando la economía desde la base.
En declaraciones oficiales, Alfonso García Mora, vicepresidente de IFC para Europa y América Latina, sostuvo que esta inversión busca «apoyar a nuestros clientes globales para que expandan su impacto positivo, mientras promueven soluciones regenerativas». A su vez, representantes de ACCIONA destacaron que este modelo de colaboración les permitirá desplegar proyectos con alto impacto social y ambiental, como el acceso a energía solar en comunidades vulnerables o nuevas tecnologías como el hidrógeno verde.
Con esta inyección de capital, la IFC no solo fortalece su presencia en Perú, sino que también reafirma su apuesta por un modelo de desarrollo sostenible, inclusivo y orientado a resultados. Esta estrategia posiciona al país como un destino atractivo para la inversión privada responsable, y refuerza su camino hacia una infraestructura moderna, resiliente y alineada con los desafíos del cambio climático.