La petrolera estatal rusa Rosneft ha adquirido el control total del yacimiento Tomtor, el mayor depósito de tierras raras en Rusia, ubicado en Yakutia. Esta operación estratégica busca impulsar la producción nacional de minerales críticos esenciales para la defensa y la tecnología, reduciendo la dependencia de importaciones, especialmente de China.
La petrolera estatal rusa Rosneft ha dado un paso significativo en su estrategia de diversificación al adquirir el control total del yacimiento Tomtor, considerado el mayor depósito de tierras raras en Rusia. La operación se formalizó el 20 de mayo mediante la compra de Vostok Engineering, empresa operadora del proyecto, según consta en el registro mercantil ruso.
Tomtor, ubicado en la región de Yakutia, alberga aproximadamente 154 millones de toneladas de minerales ricos en monacita, pirocloro, niobio y escandio. Estos elementos son fundamentales para la seguridad económica y militar de Rusia, especialmente en un contexto de tensiones geopolíticas y sanciones occidentales que han obstaculizado su desarrollo desde 2022.
La adquisición por parte de Rosneft, liderada por Igor Sechin, responde a la necesidad de acelerar el desarrollo de este yacimiento estratégico. En noviembre de 2024, el presidente Vladimir Putin instó a incrementar las inversiones en Tomtor o a buscar apoyo estatal para su explotación, criticando los retrasos en su desarrollo.
Antes del conflicto en Ucrania, Rusia proyectaba invertir 1.500 millones de dólares en minerales de tierras raras, con el objetivo de convertirse en el segundo mayor productor mundial después de China para 2030. Con reservas estimadas en 3,8 millones de toneladas, el país posee la quinta mayor base de estos recursos a nivel global.
Esta decisión de Rosneft se enmarca en una tendencia global donde grandes petroleras están incursionando en la producción de minerales críticos. Empresas como ExxonMobil, Chevron y Occidental han mostrado interés en este segmento, destacando la creciente importancia de estos recursos en la transición energética y tecnológica.
Con esta adquisición, Rosneft no solo refuerza su posición en el sector energético, sino que también se posiciona como un actor clave en la producción de minerales estratégicos, esenciales para el futuro tecnológico y energético de Rusia.
